El amor leal va más allá de lo que se espera. Igual que en el pasado, muchos Testigos de nuestros días han decidido mostrarles amor leal a sus hermanos, incluso a los que no conocen. Por ejemplo, cuando se enteran de que ha habido un desastre natural, enseguida preguntan cómo pueden ayudar. O, si saben que algún hermano de la congregación tiene problemas económicos, tratan de averiguar lo que necesita y lo ayudan. Imitan el ejemplo de los cristianos de Macedonia del siglo primero, que dieron “incluso más de lo que podían dar” (2 Cor. 8:3). Igual que aquellos cristianos, hacen más de lo que se espera. Se sacrifican para ayudar a sus hermanos más necesitados. Hoy día los ancianos felicitan a los hermanos de la congregación por la ayuda y el cariño que les dan a otros. Esas oportunas palabras de ánimo les darán las fuerzas que necesitan para seguir adelante (Is. 32:1, 2). w21.11 11 párr. 14; 12 párr. 21
Acabo de enterarme por unos amigos en la asamblea de circuito en Oahu, Hawaii, de que ya no se requieren trajes y corbatas en el escenario o en el servicio.
Fui a Oahu en marzo. Tuve que ir a las reuniones y al servicio del campo con la congregación Diamond Head. Este es el grupo de servicio de campo con el que salí. Como puedes ver en las fotos, ni corbatas ni trajes. Me explicaron mientras hablaba con el hermano y la hermana que estaban presenciando que los trajes y las
corbatas rechazaban a la gente. Así que se tomó la decisión de realizar los diversos aspectos del servicio del campo con una camisa y pantalones hawaianos sencillos pero no llamativos.
Soy de una congregación inglesa del lado oeste de Oahu. ¡Me alegro mucho de que ahora no tengamos que usar traje ni corbata, ni siquiera desde la plataforma! Afuera puede hacer un calor peligroso y definitivamente afecta cómo nos sentimos todos. Además, realmente aprecio cómo el razonamiento se basa en el hecho de que Jehová es imparcial y permite que las culturas se muestren. La cultura hawaiana nunca involucró trajes y corbatas, siempre fue floral y colorida. Además, en realidad fue más una influencia occidental la que guió el atuendo de traje y corbata. Esto también se aplica a convenciones y asambleas, incluida la entrega de partes desde el escenario. ¡Me siento muy bendecida de que Jehová a través del Cuerpo Gobernante haya dado este ajuste!
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LECTURA SEMANAL DE LA BIBLIA. ESTER 9.
Los judíos definitivamente tenían sus enemigos, los que querían destruirlos. Sin embargo, tenían a alguien grande de su lado: el rey, con todos sus recursos. Con el rey a su favor, no importaba quién estaba en su contra.
Que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán: Muchos han criticado a Ester por esto, diciendo que mostró una falta de amor hacia sus enemigos. Sin embargo, muestra el mismo principio que se encuentra tan a menudo en
Josué, no se conformaría con menos que la victoria total.
Hamán y sus hijos eran descendientes de los antiguos amalequitas. Dios le ordenó a Saúl, hijo de Cis, que ejecutara todo el alcance del juicio de Dios contra los amalecitas. Saúl fracasó; pero este descendiente posterior de la tribu de Benjamín e hijo de Cis llamado Mardoqueo completó el juicio de Dios contra los amalequitas.
El principio de recordar la gran liberación de Dios es bueno. Hoy, Purim es una de las fiestas judías más populares, con disfraces, juegos y algarabía.
La noticia de la matanza en la ciudad es comunicada al rey al final del día, y éste pregunta a Ester: "¿Cuál es ahora tu petición? Te será concedida". (11 y 12).
La respuesta de Ester muestra que todavía hay un número considerable que planea nuevos ataques, a pesar de que el edicto original de Hamán no lo permitía. Ester pide que a los judíos se les permita un día más para defenderse. También pide que cuelguen a los hijos de Hamán en el madero que él había erigido.
En
consecuencia, el día 14 de Adar, 300 hombres más murieron en la ciudad.
En las provincias ya habían sido muertas 75.000 personas y se celebró una jornada de celebración. En Susa las celebraciones se llevaron a cabo al día siguiente, el día 15.
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Presta atención y escucha las palabras de los sabios (Prov. 22:17).
Todos necesitamos que nos aconsejen de vez en cuando. A veces, somos nosotros los que le pedimos consejo a alguien a quien respetamos. En otros casos, puede que un hermano esté preocupado por nosotros y nos haga ver que estamos a punto de dar “un paso en falso”, es decir, a punto de hacer algo de lo que luego nos arrepentiríamos (Gál. 6:1). O puede que el consejo nos llegue cuando nos corrigen después de haber cometido un error grave. Sea como sea, debemos escuchar los consejos, porque son para nuestro bien y pueden salvarnos la vida (Prov. 6:23). El texto de hoy nos anima a escuchar “las palabras de los sabios”. Nadie lo sabe todo en esta vida; siempre hay alguien que tiene más conocimiento o experiencia que nosotros (Prov. 12:15). Así que, cuando escuchamos los consejos, demostramos que somos humildes, que estamos conscientes de nuestras limitaciones y que nos damos cuenta de que necesitamos ayuda para alcanzar nuestros objetivos. El rey Salomón escribió estas palabras: “Con muchos consejeros se consiguen buenos resultados” (Prov. 15:22). w22.02 8 párrs. 1, 2
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