Lectura de la Biblia: Lucas 7 - 9
Puntos sobresalientes (10 min.)
Núm. 1: Lucas 7:18-35 (4 min. o menos)
Núm. 2: ¿Que nación llego a existir en el Pentecostés, y con qué propósito? (Gal. 6:16; 1 Ped. 2:9) (5 min.)
Núm. 3: ¿De dónde obtuvo Cain su esposa? (w10 1/9 pág. 25 actualiza rs pág. 291 párr. 5– pág. 292 párr. 1) (5 min.)
Lectura de la Biblia: Lucas 7 a 9
Puntos Sobresalientes (10 min)
*** w08 15/3 pág. 31 Puntos sobresalientes del libro de Lucas ***
9:27, 28. Lucas afirma que la transfiguración ocurrió “ocho días” después de que Jesús prometiera a sus discípulos que algunos de ellos no “gustar[ían] la muerte” hasta que hubieran visto la venida de su Reino. En cambio, Mateo y Marcos dicen que ocurrió “seis días después”. ¿A qué se debe la diferencia? (Mat. 17:1; Mar. 9:2.) Al parecer, Lucas incluye dos días adicionales: el de la promesa y el del cumplimiento, es decir, el mismo día de la transfiguración.
(Lucas 9:27, 28) Pero les digo verdaderamente: Hay algunos de los que están en pie aquí que de ningún modo gustarán la muerte hasta que primero vean el reino de Dios”. 28 En efecto, unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro y a Juan y a Santiago y subió a la montaña a orar.
9:49, 50. ¿Por qué no impidió Jesús que cierto hombre expulsara demonios, aunque no era discípulo suyo? Jesús no se lo impidió porque la congregación cristiana aún no se había formado. Por lo tanto, no era necesario que el hombre acompañara literalmente a Jesús para que ejerciera fe en su nombre y expulsara demonios
(Lucas 9:49, 50) Respondiendo, Juan dijo: “Instructor, vimos a cierto hombre que expulsaba demonios por el uso de tu nombre y tratamos de impedírselo, porque no sigue con nosotros”. 50 Pero Jesús le dijo: “No traten de impedír[selo], porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes”.
8:15. Para ser de los que “retienen [la palabra] y llevan fruto con aguante”, debemos comprender, asimilar y reconocer el valor de la Palabra de Dios. Cuando leemos la Biblia y las publicaciones cristianas, es necesario que oremos y meditemos.
(Lucas 8:15) En cuanto a lo que está en la tierra excelente, estos son los que, después de oír la palabra con un corazón excelente y bueno, la retienen y llevan fruto con aguante.
*** cf cap. 15 pág. 156 párrs. 12-13 “Se enterneció” ***
(Lucas 7:11-15). ¿Cómo podemos copiar el ejemplo de Jesús? Es obvio que no podemos producir alimento milagrosamente ni hacer que los muertos vuelvan a la vida. Pero sí podemos imitar a Cristo tomando la iniciativa para brindar ayuda a quienes la necesitan. Tal vez un hermano sufra un fuerte revés económico o pierda su empleo (1 Juan 3:17). Puede que la casa de una viuda necesite reparaciones urgentes (Santiago 1:27). O quizás una familia haya perdido a un ser querido y precise consuelo o ayuda práctica.
(Lucas 7:11-15) Poco después de esto viajó a una ciudad llamada Naín, y sus discípulos y una gran muchedumbre viajaban con él. 12 Al acercarse él a la puerta de la ciudad, pues ¡mira!, sacaban a un muerto, el hijo unigénito de su madre. Además, ella era viuda. También estaba con ella una muchedumbre bastante numerosa de la ciudad. 13 Y cuando el Señor alcanzó a verla, se enterneció por ella, y le dijo: “Deja de llorar”. 14 En seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él dijo: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. 15 Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar, y él lo dio a su madre.
*** w03 1/6 págs. 4-5 Las dádivas que agradan a Dios ***
En Lucas 8:1-3, por ejemplo, se nos dice que María Magdalena, Juana, Susana y otras mujeres utilizaban “sus bienes” para ministrar sin pretensiones a Jesús y sus apóstoles. Aunque estos hombres no eran indigentes, habían abandonado su medio de vida para concentrarse únicamente en el ministerio (Mateo 4:18-22; Lucas 5:27, 28). Al ayudarles a cumplir con su asignación divina, estas mujeres, en realidad, glorificaban a Dios. Y Jehová demostró que las aprobaba al conservar en la Biblia un registro de su generosidad compasiva para que las generaciones posteriores lo leyeran.
(Lucas 8:1-3) Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce, 2 y ciertas mujeres que habían sido curadas de espíritus inicuos y de enfermedades, María la llamada Magdalena, de quien habían salido siete demonios, 3 y Juana la esposa de Cuza, el intendente de Herodes, y Susana y muchas otras mujeres, que les ministraban de sus bienes.
*** w07 15/11 pág. 26 párr. 1 Imitemos al Gran Formador de Discípulos ***
(Lucas 8:16-18). Si uno presta atención a las enseñanzas espirituales, podrá actuar en armonía con ellas y ser un buen evangelizador. Es cierto que hoy no escuchamos la voz de Jesús con los oídos, pero sí podemos hacerlo leyendo las Escrituras, que nos cuentan las cosas que él dijo e hizo. Entre estas cosas figura el trato que dio a la gente durante su ministerio.
(Lucas 8:16-18) ”Nadie, después de encender una lámpara, la cubre con una vasija o la pone debajo de la cama, sino que la pone en el candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Porque nada hay escondido que no llegue a manifestarse, ni nada cuidadosamente ocultado que nunca llegue a saberse y nunca salga al descubierto. 18 Por lo tanto, presten atención a cómo escuchan; porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aun lo que se imagina tener le será quitado”.
*** cf cap. 1 pág. 8 párr. 7 ¿Qué implica la invitación de Jesús “Sé mi seguidor”? ***
(Lucas 9:23). Como vemos, “todos” pueden ser seguidores de Cristo, siempre que de verdad quieran serlo. En vista de que estas personas son sinceras, Dios las atrae y las mueve a acercarse a su Hijo (Juan 6:44). La invitación de Jesús no va dirigida solo a los ricos ni, por el contrario, solo a los pobres. Tampoco se limita a gente de cierta raza, nación o época. Más bien, es una oportunidad que se pone ante todos.
(Lucas 9:23) Siguiendo entonces, dijo a todos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento día tras día y sígame de continuo.
** w06 1/4 pág. 28 párr. 13 Cómo llenar los requisitos para el bautismo cristiano **
(Lucas 9:57-62). Algunos contemporáneos de Jesús permitieron que los intereses personales y los lazos familiares les impidieran hacerse sus discípulos. Cierto escriba le dijo que lo seguiría adondequiera que fuera, pero Jesús le respondió que muchas veces él no tenía siquiera donde pasar la noche. Otro hombre a quien Jesús invitó a seguirlo replicó que tenía que ir primero a “enterrar” a su padre. Por último, un tercero le dijo que antes de ir con él debía ‘despedirse’ de su familia. Jesús dio a entender que tal indecisión equivalía a ‘mirar a las cosas que se dejan atrás’. Como vemos, parece que los indecisos siempre encuentran un pretexto para eludir sus deberes cristianos.
(Lucas 9:57-62) Ahora bien, mientras iban por el camino, alguien le dijo: “Te seguiré a cualquier lugar adonde partas”. 58 Y Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza”. 59 Luego dijo a otro: “Sé mi seguidor”. El hombre dijo: “Permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 60 Pero él le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos, más vete tú y declara por todas partes el reino de Dios”. 61 Y uno más dijo: “Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa”. 62 Jesús le dijo: “Nadie que ha puesto la mano en el arado y mira a las cosas [que deja] atrás es muy apto para el reino de Dios”.
Núm. 2: ¿Que nación llego a existir en el Pentecostés, y con qué propósito? (Gal. 6:16; 1 Ped. 2:9)
(Gálatas 6:16) Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos haya paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.
(1 Pedro 2:9) Pero ustedes son “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias” de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.
*** w10 1/11 págs. 28-29 ¿Predijo la Biblia el establecimiento del Estado de Israel? ***
En el año 33 de nuestra era, Israel perdió su privilegio de ser la nación escogida de Dios cuando rechazó a su Hijo, el Mesías. Jesús mismo lo expresó así: “Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella [...]. ¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes” (Mateo 23:37, 38). Estas palabras se cumplieron en el 70 de nuestra era, cuando las legiones romanas destruyeron Jerusalén y su templo y pusieron fin al sacerdocio. Ahora bien, ¿qué sucedería con el propósito de Dios de que hubiera una nación que fuera su “propiedad especial de entre todos los demás pueblos, [...] un reino de sacerdotes y una nación santa”? (Éxodo 19:5, 6.)
El apóstol Pedro, quien era judío de nacimiento, dio respuesta a esta pregunta en una carta dirigida a sus compañeros cristianos, entre los que había judíos y gentiles. Él escribió: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial[’] [...]. Porque en un tiempo ustedes no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; eran aquellos a quienes no se había mostrado misericordia, pero ahora son aquellos a quienes se ha mostrado misericordia” (1 Pedro 2:7-10).
Aquellos cristianos fueron escogidos por medio del espíritu santo para pertenecer a una nación espiritual, y su ciudadanía no se les concedió por nacimiento ni por residir en determinado lugar. El apóstol Pablo lo describió así: “Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos haya paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios” (Gálatas 6:15, 16).
El Estado de Israel ofrece la ciudadanía a cualquier judío de nacimiento o converso al judaísmo. Sin embargo, solo quienes sean “obedientes y rociados con la sangre de Jesucristo” pueden convertirse en ciudadanos de la nación a la que la Biblia llama “el Israel de Dios” (1 Pedro 1:1, 2). Con respecto a los ciudadanos del Israel de Dios, o judíos espirituales, Pablo escribió: “No es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. Más bien, es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por espíritu, y no por un código escrito. La alabanza de ese viene, no de los hombres, sino de Dios” (Romanos 2:28, 29).
*** w10 15/3 pág. 24 Un solo rebaño, un solo pastor
3 Pedro identificó claramente a la nueva nación al decir a sus hermanos cristianos: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa” (1 Ped. 2:9). En cumplimiento de las profecías, los primeros integrantes de la nueva nación fueron israelitas que aceptaron a Jesús como Mesías (Dan. 9:27a; Mat. 10:6). Pero más tarde se agregaron muchos que no eran judíos, tal y como indicó el apóstol: “Ustedes no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios” (1 Ped. 2:10).
4 ¿A quiénes dirigió Pedro estas palabras? Al comienzo de su carta vemos que se trata de personas a quienes Jehová “dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible [...] reservada en los cielos para [ellas]” (1 Ped. 1:3, 4). Por consiguiente, la nueva nación está formada por quienes tienen la esperanza de vivir en el cielo, los cristianos ungidos. En Gálatas 6:16 recibe el nombre “Israel de Dios”. Y el apóstol Juan aprendió en sus visiones lo siguiente acerca de estos israelitas espirituales: que son 144.000, que son “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero” y que “serán sacerdotes [...] y reinarán con [Cristo] por los mil años” (Rev. 5:10; 7:4; 14:1, 4; 20:6; Sant. 1:18).
Núm. 3: ¿De dónde obtuvo Cain su esposa? (w10 1/9 pág. 25 actualiza rs pág. 291 párr. 5– pág. 292 párr. 1)
*** w10 1/9 pág. 25 ¿Cómo fue que Caín llegó a tener una esposa? ***
▪ “Si Adán y Eva solo tuvieron dos hijos varones, Caín y Abel, ¿de dónde obtuvo Caín su esposa?” Esta suele ser la pregunta capciosa que plantean muchos escépticos. Pero la Biblia proporciona suficientes detalles como para dar una buena respuesta.
De los capítulos 3 y 4 de Génesis se puede obtener la siguiente información: 1) Eva “lleg[aría] a ser la madre de todo el que viviera”. 2) Para cuando Caín mató a su hermano Abel, es obvio que había pasado cierta cantidad de tiempo desde su nacimiento. 3) Después de su destierro, Caín se convirtió en un hombre “errante y fugitivo” y temía que alguien lo encontrara y lo matara. 4) La señal que Dios estableció para proteger a Caín revela que probablemente sus hermanos u otros parientes intentarían asesinarlo. 5) Después, “en la tierra de la Condición de Fugitivo, [...] Caín tuvo coito con su esposa” (Génesis 3:20; 4:3, 12, 14-17).
En vista de lo anterior, se puede deducir que la esposa de Caín fue una descendiente de Eva de la que se desconoce el tiempo exacto de su nacimiento. Génesis 5:4 declara que en los novecientos treinta años que Adán vivió “llegó a ser padre de hijos e hijas”. Ahora bien, la Biblia no especifica si Caín se casó con una de sus hermanas. Es más, el hecho de que primero se hable del destierro de Caín y luego de su esposa indica que pasó tanto tiempo que él pudo haberse casado incluso con una nieta de Adán y Eva. De ahí que el Comentario Bíblico Moody se limite a señalar que “la esposa de Caín pertenecía a la familia de Adán y Eva”.
Cabe mencionar la opinión de Adam Clarke, comentarista bíblico del siglo XIX, sobre la razón por la que Dios estableció una señal para Caín. Según este autor, Caín temía por su vida porque ya existían múltiples generaciones de la familia de Adán, suficientes como para “fundar varios pueblos”.
Para algunas sociedades modernas, sin embargo, resulta inconcebible que Caín se hubiera casado con una de sus hermanas o con alguna mujer que hubiera nacido de la unión de un hijo y una hija de Adán. Dicha reacción suele deberse a las normas sociales establecidas y al temor a los defectos genéticos. No obstante, Frank LaGard Smith comenta lo siguiente en su obra La Biblia Cronológica: “Es muy probable que estos primeros hermanos y hermanas se hayan casado entre ellos, a pesar del sentido inapropiado que se sentiría si eso hubiera sucedido en las siguientes generaciones”. Es digno de mención, además, que no fue sino hasta 1513 antes de nuestra era —año en que Moisés recibió las leyes para la nación de Israel— que Dios prohibió específicamente las relaciones sexuales entre parientes cercanos (Levítico 18:9, 17, 24).
Actualmente, nos separan miles de años del tiempo en que nuestros primeros padres disfrutaron de completa perfección. Es muy posible que en sus días no existieran los mismos problemas genéticos y hereditarios de hoy. Además, estudios recientes, como el publicado en la revista médica Journal of Genetic Counseling, han demostrado que los riesgos de que un hijo de primos hermanos nazca con algún defecto no son tan altos como mucha gente piensa. Es de suponer, pues, que tales cuestiones no representaron un problema en la época de Adán e incluso antes de los días de Noé. Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que Caín y su esposa pertenecían a la misma familia.
*** rs pág. 291 - pág. 292 Razas de la humanidad ***
¿De dónde consiguió Caín su esposa, si había una sola familia?
Gén. 3:20: “Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.” (Así, todos los humanos habían de ser descendientes de Adán y Eva.)
Gén. 5:3, 4: “Siguió viviendo Adán ciento treinta años. Entonces llegó a ser padre de un hijo a su semejanza, a su imagen, y lo llamó por nombre Set. Y los días de Adán después de engendrar a Set llegaron a ser ochocientos años. Entretanto llegó a ser padre de hijos e hijas.” (Uno de los hijos de Adán fue Caín, y una de las hijas de Adán tiene que haber llegado a ser esposa de Caín. En aquel tiempo de la historia humana, cuando los seres humanos todavía disfrutaban de un grado excepcional de salud y vitalidad físicas, como lo indica lo que duraba su vida, no había mucha probabilidad de transmitir defectos a la prole por casarse con algún pariente cercano. Pero después de unos 2.500 años de historia humana, cuando la condición física de la humanidad se había deteriorado grandemente, Jehová dio a Israel leyes que prohibían el incesto.)
Gén. 4:16, 17: “Con eso se fue Caín de ante el rostro de Jehová y se puso a morar en la tierra de la Condición de Fugitivo [o Nod] al este de Edén. Después Caín tuvo coito con su esposa [“conoció Caín a su mujer”, es decir, íntimamente, VV (1977), VM; “Caín se unió a su mujer”, NBE] y ella llegó a estar encinta y dio a luz a Enoc.” (Note que a Caín no le fue presentada por primera vez su esposa en la tierra a la que huyó, como si ella hubiera sido de otra familia. Más bien, fue allí donde él tuvo relaciones sexuales con ella para engendrar un hijo.)
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2 comentarios:
es una pagina informativa siga adelante.y es muy animador saber de hermanos como ruben soto
gracias por la informacion de la escuela del ministerio y otra informacion
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