Lectura de la Biblia: Mateo 7-11
*** w08 1/15 pág. 29 - pág. 30 Puntos sobresalientes del libro de Mateo ***
Respuestas a preguntas bíblicas:
7:16. ¿Qué abarcan los “frutos”que identifican a la religión verdadera? Abarcan no solo nuestra conducta, sino también nuestras creencias, las enseñanzas que seguimos.
10:34-38. ¿Puede culparse a la Biblia de causar divisiones en la familia? De ningún modo. La verdadera causa es la postura de los familiares no creyentes. Cuando estos no aceptan el cristianismo o se oponen a él, surgen divisiones en el seno familiar (Luc. 12:51-53).
11:2-6. Juan ya sabía que Jesús era el Mesías, pues había escuchado a Jehová aprobándolo. ¿Por qué, entonces, le preguntó a Jesús si él era “Aquel Que Viene”? Tal vez quería que el propio Jesús se lo confirmara. Pero es muy probable que, además, quisiera saber si iba a venir “uno diferente” con poder del Reino para cumplir todas las esperanzas de los judíos. La respuesta que recibió Juan mostró que Jesús no iba a tener ningún sucesor.
Lecciones para nosotros:
9:37, 38. Si le pedimos al Amo que “envíe obreros a su siega”,debemos ser consecuentes y participar con celo en la obra de hacer discípulos (Mat. 28:19, 20).
10:32, 33. Nunca nos debe dar miedo hablar de nuestra fe.
*** w11 7/15 págs. 13-14 ¿Seguiremos la amorosa guía de Jehová? ***
“NO DEBEN DESVIARSE PARA SEGUIR LAS COSAS IRREALES”
14 Continuemos con el ejemplo del viaje. ¿Qué sucedería si, al atravesar un gran desierto, nos saliéramos de la ruta porque viéramos un espejismo? Si fuéramos detrás de esa imagen engañosa, hasta podríamos perder la vida. Pues bien, Jehová conoce muy bien el peligro de confiar en algo irreal. Por eso dio una advertencia a los israelitas que pidieron un rey de carne y hueso, como tenían las naciones vecinas. Ese deseo era un pecado muy grave, pues indicaba que estaban rechazando a Jehová como su Soberano. Aunque él les permitió tener ese gobernante, les avisó a través del profeta Samuel de que corrían el grave peligro de “desviarse para seguir las cosas irreales” (léase 1 Samuel 12:21).
15 ¿Se imaginaban los israelitas que un rey visible sería más real que Jehová y que podría ayudarlos mejor?
En ese caso, habían caído en el error de ir detrás de “cosas irreales”. Y ahora era más fácil que fueran detrás de muchas otras de las fantasías promovidas por Satanás. Por ejemplo, sus reyes podrían llevarlos a adorar ídolos. Los idólatras cometen la terrible insensatez de creer que los dioses de madera o piedra son más reales y más dignos de confianza que el Dios verdadero. Pero él es el Creador de todas las cosas, mientras que, como bien dijo Pablo, “un ídolo no es nada” (1 Cor. 8:4). Sin lugar a dudas, los ídolos son imágenes inútiles. ¿De qué vale poder verlos y tocarlos, si ellos mismos no ven, no oyen, no hablan ni pueden ayudar a nadie? Adorarlos
sería ir detrás de algo irreal, de una fantasía que solo conduce al desastre (Sal. 115:4-8).
16 Satanás no ha perdido la habilidad de convencer a la gente para que vaya en busca de “cosas irreales”. Por ejemplo, consigue que muchos crean que en este mundo su seguridad depende de los bienes materiales. Y no hay que negar que las riquezas, las posesiones y los trabajos bien pagados les ofrecen ciertas ventajas. Pero, a la hora de la verdad, cuando les llega una enfermedad grave, una crisis económica o un desastre natural, ¿les valdrán de tanto como creen? Lo que es más, ¿impide el dinero que se sientan vacíos y desorientados en la actualidad? ¿Les ayuda a contestar las grandes preguntas de la vida? ¿Les infunde tranquilidad cuando se ven ante la muerte? Si tratáramos de saciar el hambre espiritual con bienes materiales, nos quedaríamos insatisfechos.
No hay duda: son “cosas irreales”. A la larga, ni siquiera dan seguridad física, pues la vida no se puede prolongar indefinidamente, y la enfermedad y la muerte no perdonan a nadie (Pro. 23:4, 5). ¡Qué diferente es nuestro Dios! Jehová es mucho más real y nos ofrece verdadera seguridad. Pero solo la recibiremos si somos sus amigos. ¡Qué bendición tan grande es disfrutar de esa estrecha relación con él! Nunca la echemos a perder buscando “cosas irreales”.
17 ¡Qué maravilloso es tener a Jehová como nuestro amigo y nuestro guía en el viaje de la vida! Si hacemos caso de sus bondadosos consejos, no caeremos en ninguno de los tres peligros que hemos analizado: seguir a la mayoría, hacerle caso al corazón y perseguir “cosas irreales”.Así podremos alcanzar nuestro destino final: la vida eterna. En el próximo artículo analizaremos otras tres trampas en las que han caído muchos. Si prestamos atención a las advertencias que hace Jehová contra estos caminos falsos, llegaremos a odiarlos y nos esforzaremos al máximo por evitarlos (Sal. 119:128).
*** w00 7/15 pág. 4 Cómo puede tener más sentido la vida ***
UN ANTIGUO proverbio dice: “No te afanes por obtener riquezas. Cesa de tu propio entendimiento. ¿Has hecho que tus ojos les echen un vistazo, cuando no son nada? Porque sin falta se hacen para sí alas como las de un águila y vuelan hacia los cielos” (Proverbios 23:4, 5). En otras palabras: no es prudente agotarse tratando de enriquecerse, pues las riquezas pueden irse volando como si poseyeran las alas de un águila.
Como indica la Biblia, las posesiones materiales pueden desaparecer rápidamente. Quizá se desvanezcan de la noche a la mañana por causa de un desastre natural, una crisis económica u otras circunstancias imprevistas.
Además, hasta los que consiguen prosperidad material suelen sentirse desilusionados. Veamos el caso de John, cuyo trabajo consistía en actuar ante políticos, figuras del deporte y la realeza.
John dice: “Me dediqué por completo a mi trabajo. Prosperé económicamente, me alojé en hoteles lujosos y, en ocasiones llegué a ir al trabajo en un avión privado. Al principio me gustaba, pero con el tiempo llegó a aburrirme. La gente para la que actuaba me parecía superficial. Mi vida no tenía sentido”.
Tal como descubrió John, la vida que carece de valores espirituales no es satisfactoria. Jesucristo indicó en su famoso Sermón del Monte de qué modo experimentar verdadera felicidad. Dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos” (Mateo 5:3). Está claro, pues, que es sabio poner en primer lugar en la vida los asuntos espirituales. Sin embargo, hay otros factores
que también contribuyen a que la existencia tenga más sentido.
Núm. 3: ¿Sobre qué asuntos es correcto orar? (rs pág. 272 párrs. 2-9)
*** rs pág. 272 párrs. 2-9. Oración ***
¿Sobre qué asuntos es correcto orar?
Mat. 6:9-13: “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘[1] Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. [2] Venga tu reino. [3] Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. [4] Danos hoy nuestro pan para este día; y [5] perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. Y [6] no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo.’” (Nótese que el
nombre de Dios y Su propósito deben tener prioridad.)
Sal. 25:4, 5: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación.” Luc. 11:13: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos dones a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará
el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”
1 Tes. 5:17, 18: “Oren incesantemente. Con relación a todo den gracias.”
Mat. 14:19, 20: “[Jesús] tomó los cinco panes y los dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendición y, después de partir los panes, los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres. De modo que todos comieron y quedaron satisfechos.”
Sant. 5:16: “Oren los unos por los otros.”
Mat. 26:41: “Manténganse alerta y oren de continuo, para que no entren en tentación.”
Fili. 4:6: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios.”
____________________________________________________
• Reunión de Servicio
10 min. Dé ayuda práctica. Discurso basado en el libro Benefíciese, de la página 188, párrafo 4, a la página 189, párrafo 4. Entreviste brevemente a alguien que pudo progresar gracias a que los demás se preocuparon sinceramente por él.
Ayude a los demás a progresar.
El interés en otras personas nos impulsará a seguir pensando en quienes demuestran interés y a volver a [188]su hogar para comunicarles las verdades bíblicas que más directamente satisfagan sus necesidades. Antes de la siguiente visita, piense en las circunstancias del amo de casa. Prepare información sobre un tema que le preocupe. Resalte su valor práctico y ayúdele a ver cómo puede beneficiarle lo que está aprendiendo (Isa. 48:17).
Si la persona le habla de una situación o problema que le preocupa, véalo como una oportunidad especial de comunicarle las buenas nuevas. Siga el ejemplo de Jesús, quien siempre estaba listo para consolar a los afligidos (Mar. 6:31-34). Resista la tentación de ofrecer soluciones rápidas o de dar un consejo superficial, pues el amo de casa puede pensar que no se interesa sinceramente por él. Al contrario, comparta sentimientos como compañero (1 Ped. 3:8). Luego busque información en las publicaciones bíblicas y ofrézcasela para ayudarlo a enfrentarse al problema. Por supuesto, su interés amoroso por la persona impedirá que revele asuntos confidenciales que ella le confíe, a menos que haya una razón de peso para hacerlo (Pro. 25:9).
Debemos interesarnos en especial por aquellos con quienes estudiamos la Biblia. Pida ayuda en oración para entender las necesidades de cada uno de ellos y prepárese para el estudio teniéndolas presentes. Pregúntese: “¿Qué debe hacer ahora esta persona para seguir progresando espiritualmente?”. Ayúdela con amor a valorar lo que dicen al respecto las Escrituras y las publicaciones del “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45). En algunos casos, quizá no sea suficiente con solo darle una explicación. Tal vez sea necesario hacer algo juntos a fin de mostrarle cómo poner en práctica cierto principio bíblico (Juan 13:1-15).
Se requiere equilibrio y buen juicio para ayudar a las personas a conformar su vida a las normas de Jehová. Sus antecedentes y aptitudes varían, y su progreso también. Sea razonable en lo que espera de ellas (Fili. 4:5). No las presione para que hagan cambios en su vida; más bien, permita que la Palabra de Dios y su espíritu las motiven. Jehová quiere que le sirvan con un corazón dispuesto, no por obligación (Sal. 110:3). Evite expresar su opinión sobre decisiones personales que los demás deban tomar, y aunque se lo pidan, no decida por ellos (Gál. 6:5).
Dé ayuda práctica. A Jesús le preocupaba principalmente el bienestar espiritual de sus oyentes, pero también se interesaba por sus otras necesidades (Mat. 15:32). Incluso si nuestros medios son limitados, hay muchas maneras prácticas en las que podemos ayudar.
[189]El interés por los demás nos hará más considerados. Por ejemplo, cuando las condiciones del tiempo incomoden a la persona, colóquese en un lugar más adecuado o proponga seguir la conversación en otra ocasión. En caso de que la visite en un momento inoportuno, ofrézcase para volver más tarde. Si un vecino o alguien que demostró interés está enfermo o en el hospital, interésese por él enviándole una tarjeta o una carta breve, o visitándolo personalmente. Si lo estima conveniente, también podría llevarle una comida sencilla o dispensarle cualquier otra atención.
A medida que los estudiantes de la Biblia progresan, quizá sientan un vacío emocional al no relacionarse tanto con sus conocidos de antes. Hágase su amigo. Pase tiempo hablando con ellos después del estudio bíblico y en otras ocasiones, y anímelos a rodearse de buenas compañías (Pro. 13:20). Bríndeles su apoyo para asistir a las reuniones cristianas; siéntese con ellos durante el programa y ayúdelos a atender a sus hijos, de modo que todos puedan beneficiarse más plenamente de la información.
Muestre interés sincero. El interés por los demás no es una técnica que deba dominarse, sino una cualidad del corazón. El grado al que lo manifestamos se evidencia de muchas maneras: en cómo los escuchamos, en qué les decimos, y en la bondad y consideración con que los tratamos. Aun cuando no digamos ni hagamos nada, nuestra actitud y expresión facial les indicará que en verdad nos preocupamos por ellos.
La razón más importante para mostrar un interés sincero por el prójimo es que así imitamos el amor y la misericordia de nuestro Padre celestial. De ese modo ayudamos a nuestros oyentes a acercarse a Jehová y al mensaje que él nos ha encomendado difundir. Por lo tanto, al predicar las buenas nuevas, esfuércese por “no vigila[r] con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás” (Fili. 2:4).
[187]CÓMO MOSTRAR VERDADERO INTERÉS
Escuche a la persona. Dele las gracias por expresar lo que piensa y siente. Hágale preguntas para entender mejor sus puntos de vista.
Siga pensando en ella después de concluir la conversación. Vuelva a visitarla pronto.
Háblele de las verdades bíblicas que más directamente satisfagan sus necesidades.
Ayúdela en lo que pueda. Tenga presentes tanto las necesidades inmediatas como las futuras.
[189]EJERCICIOS: 1) Antes de una reunión de congregación, interésese personalmente por alguno de los asistentes. No se conforme con saludarlo. Esfuércese por conocerlo mejor y demuéstrele que se interesa por él. Haga de ello un hábito. 2) Interésese en alguien con quien hable en el servicio del campo. En vez de limitarse a darle testimonio, trate de conocerlo mejor. Adapte sus palabras y acciones a lo que sepa de la persona. Busque oportunidades para hacer lo mismo con otros amos de casa.
10 min. “Demos ‘testimonio cabal’.” Preguntas y respuestas.
Demos “testimonio cabal”
1. ¿Qué buen ejemplo nos dejó Pablo?
1 “Efectúa tu ministerio plenamente.” (2 Tim. 4:5.) El apóstol Pablo no tuvo reparos en decirle estas palabras a Timoteo porque él mismo había dado el ejemplo. De hecho, entre los años 47 y 56 de nuestra era realizó tres expediciones misionales. Además, el libro de Hechos dice en varias ocasiones que Pablo dio “testimonio cabal”, o completo, de las buenas nuevas (Hech. 23:11; 28:23). ¿Cómo podemos nosotros hacer lo mismo?
2. ¿Cómo podemos efectuar por completo nuestro ministerio al predicar de casa en casa?
2 Al predicar de casa en casa. Hay personas que nunca han escuchado el mensaje, pero para conseguirlas tal vez tengamos que predicar en un horario distinto. Y si salimos por las tardes o los fines de semana quizás logremos conversar con los cabezas de familia. Debemos hacer lo posible por hablar con alguien en cada hogar, para lo cual es muy útil apuntar los no en casa y visitarlos a distintas horas. Y si aun así no logramos conseguir a nadie, tal vez podamos llamar por teléfono o dejar una carta.
3. ¿Qué oportunidades tiene usted de predicar en lugares públicos o informalmente?
3 Al predicar en lugares públicos o informalmente. Los testigos de Jehová damos a conocer “la sabiduría verdadera” a todo el que quiera escucharla. A veces, predicamos “en la calle misma” o “en las plazas públicas” (Prov.—1:20, 21). Y tratamos de hacer lo mismo mientras realizamos nuestras tareas cotidianas. Así, podemos decir que estamos “intensamente ocupado[s] con la palabra” y que estamos cumpliendo con el deber de dar un “testimonio cabal” (Hech. 10:42; 17:17; 18:5; 20:20, 21, 24).
4. ¿Cómo nos puede ayudar la oración y la meditación a dar un testimonio cabal?
4 Puede que a veces nos retraigamos de dar el mensaje por timidez o por alguna deficiencia, y no cabe duda de que Jehová comprende esas limitaciones (Sal. 103:14). Sin embargo, cuando eso nos suceda, debemos pedirle en oración valor para hablar (Hech. 4:29, 31). Algo más que nos puede ayudar es meditar en la importancia de las buenas nuevas durante nuestro estudio personal de las Escrituras (Filip. 3:8). De este modo profundizaremos nuestro aprecio por ellas y nos sentiremos impulsados a declararlas con entusiasmo.
5. ¿Qué podemos hacer para contribuir al cumplimiento de la profecía de Joel?
5 El libro de Joel señala que antes de que llegue el gran día inspirador de temor de Jehová, su pueblo va a estar muy ocupado predicando, sin detenerse ante nada (Joel 2:2, 7-9). Así pues, efectuemos plenamente esta labor que nunca jamás se repetirá.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
----------------------------
Estadisticas blog
_____________________________
=======================================
Calcula los usuarios online de tu web o blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario