Lunes 5 de septiembre
El rey del sur se preparará para la guerra con un ejército inmensamente grande y poderoso (Dan. 11:25).
Para 1870, Gran Bretaña tenía el ejército más poderoso y se había convertido en el mayor imperio del mundo. Daniel describió a este imperio como un cuerno pequeño que venció a otros tres, a saber, Francia, España y los Países Bajos (Dan. 7:7, 8). Gran Bretaña fue el rey del sur hasta bien entrada la Primera Guerra Mundial. Para entonces, los Estados Unidos de América habían llegado a ser la potencia económica dominante y habían empezado a formar una estrecha alianza con Gran Bretaña. Durante la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos y Gran Bretaña formaron una poderosa alianza militar. Así llegó a existir la potencia mundial compuesta por Gran Bretaña y su antigua colonia, Estados Unidos. Tal como lo predijo Daniel, este rey reunió “un ejército inmensamente grande y poderoso”. A lo largo de los últimos días, la alianza entre Gran Bretaña y Estados Unidos ha sido el rey del sur. w20.05 4 párrs. 7, 8
Martes 6 de septiembre
Los ríos vuelven al lugar donde nacieron (Ecl. 1:7).
En la Tierra hay agua en estado líquido porque nuestro planeta está a la distancia perfecta del Sol. Si estuviera un poco más cerca, toda el agua se evaporaría, y el planeta no sería más que una roca pelada y caliente. Pero, si estuviera un poquito más lejos, toda el agua se congelaría, y el planeta se convertiría en una gran bola de hielo. Como Jehová colocó la Tierra en esta ubicación ideal, el ciclo del agua puede sostener la vida. ¿Cómo funciona este ciclo? El Sol calienta el agua de los océanos y de la superficie terrestre, y el agua que se evapora acaba formando las nubes. Todos los años, el Sol evapora casi 500.000 kilómetros cúbicos (120.000 millas cúbicas) de agua. Esa agua se queda en la atmósfera unos diez días, luego cae en forma de lluvia o nieve, y termina de nuevo en los océanos o en otras masas de agua. Entonces el ciclo vuelve a empezar. Este ciclo eficaz y sostenible demuestra que Jehová es sabio y poderoso (Job 36:27, 28). w20.05 22 párr. 6
Jueves 8 de septiembre
Les he dado a conocer tu nombre (Juan 17:26).
Cuando defendemos el nombre de Jehová, estamos siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Jesús dio a conocer el nombre de su Padre no solo usándolo, sino también enseñando cómo es Jehová realmente. Por ejemplo, cuando los fariseos pintaron a Jehová como un Dios exigente, inflexible, cruel y despiadado, Jesús ayudó a la gente a ver que su Padre es razonable, paciente, amoroso y compasivo. También ayudó a las personas a conocer a Jehová por su manera perfecta de imitar las cualidades de su Padre en su vida diaria (Juan 14:9). Al igual que Jesús, podemos compartir lo que sabemos de Jehová y hablar de lo amoroso y bondadoso que es. Así refutamos las mentiras y calumnias de sus enemigos. Santificamos el nombre de Jehová y ayudamos a la gente a verlo como algo santo. Con nuestras palabras y acciones, le mostramos a la gente cómo es Jehová en realidad. Vindicamos su nombre al ayudar a las personas a liberarse de las ideas erróneas que tal vez tengan sobre Dios. w20.06 6 párrs. 17, 18
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