Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 10 de nisán) Juan 12:20-50
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DEFINICION DE "MEMORIAL"
Relación escrita u oral de hechos pasados.
DEFINICION DE "CONMEMORACION"
Recuerdo de un acontecimiento histórico o de una persona destacada mediante la celebración de un acto solemne o fiesta, especialmente en la fecha en que se cumple algún aniversario.
Puede observarse que hay diferencia en la DEFINICION" de ambas palabras. No es incorrecto usarlas ambas para referirse a la fecha de la muerte de Jesucristo. Pero, da mas sentido a la accion de recordarlo, el uso de la palabra Conmemoración en español. No solo recordamos a una persona destacada, sino que lo celebramos con una fiesta solemne.
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LA CENA DEL MEMORIAL
Los apóstoles acompañaron a Jesús la noche del 14 de Nisan, sencillamente a celebrar la cena de la Pascua. No tenían ni idea de lo que Jesús llevaba en mente. Termino la cena y Jesús, usando pan y vino sobrantes, celebro un pacto con los 11 fieles, el mayor pacto PRIVADO de la historia de la Humanidad. Un pacto para un Reino, que tenia el aval y apoyo de Jehova. En aquella habitación solo había 12 personas en ese momento, y si sabemos lo que allí paso, es porque personas como Juan, fueron autorizadas a contárnoslo.
Jesús ha pedido al pueblo ungido de sus seguidores, que jamás olviden la fecha de su muerte, no la de su resurrección, ni la de su ascensión a la presencia de su Padre. Esta fue la ultima Pascua que Jehova reconoció.
Era la primera vez en la historia de los humanos desde Adán, que se autorizaba a personas de este planeta, a subir a los cielos, ante la presencia de Jehova y Jesús. Un privilegio único y reservado a unos pocos en linea para el reino celestial.
Asistir a esta cena Memorial, es uno de los privilegios mas benditos en la vida de una persona. El privilegio de estar sentados en una silla, recordando una escena privada a la que solo tenemos autorización de ser observadores silenciosos. No podemos formar parte de lo que allí ocurría, pero se nos permite activar nuestras memorias y asi no olvidar la trascendencia de lo que allí ocurrió.
Hay un problema. A pesar de la santidad de la ocasión, es posible celebrar la Conmemoración de manera poco digna. Ya le paso a ungidos del primer siglo, a los que Pablo debió llamar la atención, por aprovechar la ocasión para placeres materiales, como cenar de forma festiva, o usar una ropa falta de modestia por su apariencia de alfombra roja a la entrada del salón.
No soy partidario de pasar el tiempo mandando tarjetitas felicitando la Conmemoración, ni desear a los demás una "feliz Conmemoración", como si fuese un feliz Navidad. No veo a los apóstoles felicitando la cena del Señor.
Mis hermanos, sencillamente, haced todo lo humanamente posible por asistir en persona a la reunión de esta tarde-noche y si esto no es posible, usad los medios informáticos para que se haga evidente a ojos de Jesús, que persistís un año mas en seguir sus pasos hasta la muerte si es preciso. Es una reunión sencilla, de significado profundo, pues estaremos relacionándonos con la familia celestial de Jehova, que evidentemente también recuerdan el día de la muerte de su Rey en la Tierra.
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Lo que quedara de los emblemas después de terminada la celebración del Memorial puede llevarse a casa y comerse de la misma manera que se hace con cualquier otro alimento. No hay nada que se considere particularmente sagrado acerca de ellos después del acontecimiento. Pero seguramente estos emblemas no deberían consumirse inmediatamente después de la cena del Señor en el Salón del Reino y en espíritu de levedad, como ha sucedido en algunos casos. “Que todas las cosas procedan decentemente y por arreglo”
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Se cuenta como participantes a los que son conocidos como siervos fieles y bautizados de Dios. No invitamos a asistir a personas que han sido expulsadas. Pero si una de esas personas está presente, no hay razón para perturbarse si está sentada en una fila con otros y procede a participar de los emblemas. De todos modos, a esa persona no se le cuenta como participante. Personas que están expulsadas no tienen la bienvenida. Si acaso asisten y participan, no deben ser contadas. De igual manera, si participaran de los emblemas personas nuevas que aún no se han bautizado, no se les debe contar.
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