FOTO: GALILEA. Jesús va “por toda Galilea predicando en las sinagogas” con sus cuatro discípulos, y las noticias sobre las cosas tan maravillosas que hace llegan a todas partes (Marcos 1:39). De hecho, llegan hasta la ciudad donde vive un leproso. Se le acerca y le suplica de rodillas: “Señor, yo sé que si tú quieres me puedes limpiar”. Jesús se conmueve tanto que extiende la mano, toca al hombre y le dice: “Yo quiero. Queda limpio”
Lunes 9 de agosto
Felices son ustedes cuando los hombres los odien, y cuando los excluyan y los vituperen y desechen su nombre como inicuo por causa del Hijo del hombre (Luc. 6:22).
¿Qué significan estas palabras? Jesús no quiso decir que a sus discípulos nos gustaría que nos odiaran, sino que era realista. Somos víctimas del odio porque no somos parte del mundo, vivimos en conformidad con las enseñanzas de Jesús y predicamos su mensaje (Juan 15:18-21). Deseamos agradar a Jehová. Si la gente nos odia porque amamos a nuestro Padre, ese es su problema. No cometamos el error de pensar que no valemos nada si no somos populares. No sabemos cuándo seremos perseguidos o cuándo los gobiernos prohibirán nuestra obra. Lo que sí sabemos es que podemos prepararnos ahora si hacemos más sólida nuestra amistad con Jehová, si trabajamos por tener más valor y si aprendemos a actuar cuando somos víctimas del odio. Prepararnos ahora nos ayudará a mantenernos firmes en el futuro. w19.07 6 párrs. 17, 18; 7 párr. 21
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FOTOS: PUERTA DE LAS OVEJAS Y ESTANQUE DE BETZATA EN JERUSALEN. El nombre de “las ovejas” porque por ella entraban al templo para su sacrificio. Jesus se dirige a la capital de Judea, Jerusalén, para celebrar la Pascua del año 31. Junto a la Puerta de las Ovejas, en un lugar de mucho paso, hay un estanque grande con columnas llamado Betzata. Muchos ciegos, cojos y demás enfermos van allí porque creen que si se meten en el agua cuando se agita podrán curarse.
Martes 10 de agosto
El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe (Heb. 11:6).
Cuando dirigimos cursos bíblicos con personas que no son religiosas, debemos seguir fortaleciendo su fe en que Dios existe. También tenemos que ayudarlas a confiar en la Biblia. Para ello, tal vez sea necesario repetir ciertas enseñanzas muchas veces. En cada sesión de estudio, quizás tengamos que examinar pruebas de que la Biblia es la Palabra de Dios, como algunas profecías que se han cumplido, su exactitud científica e histórica o sus sabios consejos. Cuando demostramos amor a las personas, sean religiosas o no, las ayudamos a seguir a Cristo (1 Cor. 13:1). Nuestra meta al enseñarles la verdad de la Biblia es que entiendan que Dios nos ama y que desea que lo amemos. Todos los años, se bautizan miles de personas que antes no se interesaban nada o casi nada por la religión pero que han llegado a amar a Dios. Así que seamos positivos y demostremos amor e interés sincero en toda clase de personas. Escuchémoslas y tratemos de comprenderlas. Enseñémosles con nuestro ejemplo a seguir los pasos de Cristo. w19.07 24 párrs. 16, 17
FOTOS: CIUDADES DE TIRO Y SIDON EN FENICIA. Los fariseos y los partidarios de Herodes planean matar a Jesús. Cuando él y sus discípulos se enteran, se retiran al mar de Galilea. Estando allí, acude a Jesús una gran multitud de gente de todas partes: de Galilea, de las ciudades costeras de Tiro y Sidón, del este del río Jordán, de Jerusalén y de Idumea, que está aún más al sur.
Miércoles 11 de agosto
No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás, porque estos sacrificios le agradan mucho a Dios (Heb. 13:16).
Las hijas de Salum estuvieron entre aquellos a quienes Jehová utilizó para reconstruir la muralla de Jerusalén (Neh. 2:20; 3:12). Aunque Salum era un príncipe, sus hijas estuvieron dispuestas a hacer aquella labor difícil y peligrosa (Neh. 4:15-18). En la actualidad, hay hermanas que están encantadas de participar en un rasgo especial de servicio sagrado: la construcción y el mantenimiento de edificios dedicados a Jehová. Sus habilidades, entusiasmo y lealtad desempeñan un papel clave en el éxito de esta labor. Jehová motivó a Tabita a hacer “muchas obras buenas” y ayudar “a los necesitados”, en especial a las viudas (Hech. 9:36). Debido a su extraordinaria generosidad y bondad, muchos lloraron su muerte. Pero sintieron una gran alegría cuando el apóstol Pedro la resucitó (Hech. 9:39-41). ¿Qué aprendemos de Tabita? Que, seamos jóvenes o mayores, hombres o mujeres, todos podemos hacer cosas prácticas para ayudar a nuestros hermanos. w19.10 23 párrs. 11, 12
Una enfermedad bíblica terrible
En el antiguo Israel existía una enfermedad que aterrorizaba a la gente por encima de todas las demás. Al igual que el coronavirus moderno, era un agente patógeno invisible y muy contagioso que se propagaba por el aire sin ser detectado. No había cura conocida, y en muchos casos era fatal. El nombre que se le daba a esta terrible enfermedad era tzara'at (צרעת). Este nombre proviene de la raíz hebrea tzara (צרע), que significa «postrarse», porque la enfermedad invalidaba a las personas y las reducía a un estado de parálisis. Curiosamente, para prevenir la propagación de la tzara'at, el antiguo pueblo de Israel utilizó muchos de los mismos métodos que usamos hoy contra el covid-19. La Biblia dice que un infectado «Y el leproso que tiene esta enfermedad debe llevar la ropa rasgada y el cabello descuidado. Además, tiene que cubrirse la boca y gritar: ‘¡Impuro, impuro!’. 46 Será impuro todo el tiempo que tenga la enfermedad. Como es impuro, tiene que vivir aislado. Vivirá fuera del campamento» (Levítico 13:45-46). En esencia, usará una máscara y entrará en cuarentena, dos medidas que conocemos muy bien.
Comprender la Biblia de verdad
Tzara'at se traduce como «lepra», sin embargo, no es exacto. La lepra es una enfermedad infecciosa moderna que afecta la piel.
La “lepra” mencionada en las Escrituras no se limita a la enfermedad que actualmente se conoce por ese nombre, pues aquella no solo podía afectar a los humanos, sino también a las vestiduras y las casas. Aunque tsa·rá·ʽath aplica a otras enfermedades además de la lepra o enfermedad de Hansen, no hay duda de que esta existía en tiempos bíblicos en el Oriente Medio.
Tzara'ates una antigua enfermedad bíblica que afectaba el alma como un castigo divino. Cuando Jesús curó a un leproso en Mateo 8:2-4, en realidad estaba limpiando a un hombre con tzara'at. Jesús hablaba hebreo y conocía la palabra tzara'at, por lo tanto, comprendía su poder mortal. Solo Él tenía la habilidad de curar a la gente de tzara'at porque era una enfermedad del alma.
FOTO: PUEBLO DE NAIN. La población de Naim se encuentra a las faldas del monte Tabor y, por tanto, muy cerca de Nazaret, a cuarenta kilómetros de Cafarnaún. Ahí es donde tuvo lugar el impresionante milagro de la resurrección del hijo de la viuda.
Jueves 12 de agosto
Asegúrense de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros (Filip. 1:10).
¿Cómo podríamos hacer tropezar a alguien? Imaginemos que un estudiante de la Biblia logra vencer su adicción al alcohol. Se da cuenta de que no debe beber nada en absoluto, hace muchos cambios y se bautiza. Un día, un hermano los invita a él y a otros cristianos a su casa. Sin ninguna mala intención, le ofrece una bebida alcohólica y le dice: “Si te controlas, podrás beber con moderación”. No hace falta decir cuáles serían las consecuencias si el nuevo hermano hiciera caso de este mal consejo. Las reuniones nos ayudan a seguir los consejos del texto de hoy. Nos recuerdan qué es lo que Jehová considera más importante y nos enseñan a aplicar lo que aprendemos para así no tener defectos. También nos animan a amar a Dios y a los hermanos. Si los amamos con todo el corazón, intentaremos por todos los medios no hacer tropezar a ningún hermano. w19.08 10 párr. 9; 11 párrs. 13, 14
FOTOS: CORAZIN. Después de hablar de la indiferencia de esa generación, Jesús reprende a las ciudades de Corazín, Betsaida y Capernaúm, donde ha hecho milagros asombrosos. Dice que, si hubiera realizado esas obras en las ciudades fenicias de Tiro y Sidón, los habitantes de esos lugares se habrían arrepentido.
Viernes 13 de agosto
Yo soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la congregación de Dios (1 Cor. 15:9).
Las personas que parecen seguras de sí mismas o que son directas no son necesariamente orgullosas (Juan 1:46, 47). Aun así, prescindiendo de la personalidad que tengamos, todos debemos esforzarnos por ser humildes de corazón. Veamos el ejemplo del apóstol Pablo. Jehová lo utilizó para fundar congregaciones en un lugar tras otro. Hasta puede que ningún otro apóstol de Jesucristo hiciera tanto como él en el ministerio. Pese a todo ello, Pablo no se consideró superior a sus hermanos. Señaló con razón que, si era un buen amigo de Jehová, no se debía a que fuera especial o a que hubiera alcanzado grandes logros, sino solo a que Dios le había mostrado bondad inmerecida (1 Cor. 15:10). Sin duda, dio una excelente lección de humildad cuando escribió a los corintios, teniendo en cuenta sobre todo que algunos de ellos lo criticaban (2 Cor. 10:10). w19.09 2, 3 párrs. 5, 6
FOTOS: NINIVE. Los líderes judíos rechazarán “la señal de Jonás”, pues no querrán arrepentirse ni cambiar (Mateo 27:63-66; 28:12-15). ¡Qué diferentes a “los habitantes de Nínive”! Ellos sí se arrepintieron cuando Jonás les predicó, así que condenarán a esta generación. Jesús les dice: “Esta generación infiel y malvada siempre anda buscando una señal. Pero no se le dará ninguna excepto la señal de Jonás el profeta” (Mateo 12:38, 39).
Sábado 14 de agosto
¿No hemos de sujetarnos mucho más al Padre? (Heb. 12:9).
Un motivo por el que a veces nos cuesta someternos a Jehová es que hemos heredado el pecado y somos imperfectos. Por eso, tenemos la tendencia a desobedecer. Cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios y comieron el fruto que les había prohibido, fijaron sus propias normas (Gén. 3:22). Como ellos, la mayoría de las personas hoy día prefieren no tener en cuenta a Dios y decidir por sí mismas lo que está bien y lo que está mal. Hasta quienes conocemos y amamos a Jehová tal vez luchemos por someternos a él por completo. Eso es lo que le sucedió al apóstol Pablo (Rom. 7:21-23). Igual que él, queremos hacer lo que Dios considera correcto. Pero debemos luchar constantemente contra la inclinación a hacer lo malo. También puede resultarnos difícil someternos a Jehová por culpa de la influencia de la cultura en la que nos hemos criado. Muchas ideas humanas chocan con lo que Dios dice, y tal vez tengamos una lucha constante para desprendernos de modos de pensar que son comunes hoy. w19.09 15 párrs. 4-6
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VIDEO DE LA CIUDAD DE NINIVE, CAPITAL DEL IMPERIO ASIRIO.
A esta enorme ciudad mando Jehova a predicar, a un solo hombre, Jonas. Se tardaban 2 dias en atravesarla andando. Asiria destruyo el reino de 10 tribus de Israel. Babilonia destruyo las otras 2.
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FOTOS. PESCA CON REDES EN EL MAR DE GALILEA. Jesús compara el Reino de los cielos a una red de pesca que recoge peces de todo tipo (Mateo 13:47). Cuando llega el momento de separar los peces, los buenos se guardan en recipientes y los que no sirven se desechan. Jesús indica que en la conclusión del sistema ocurrirá lo mismo: los ángeles separarán a las personas malvadas de las justas.
Domingo 15 de agosto
Ve, vende las cosas que tienes, y da a los pobres, y ven, sé mi seguidor (Mar. 10:21).
Debemos ser realistas y reconocer que nuestras energías tienen un límite. Así que debemos pensar con cuidado en qué las gastamos. Por ejemplo, podríamos desperdiciarlas tratando de acumular cosas materiales. Veamos lo que Jesús le dijo a un joven rico que le preguntó qué debía hacer para heredar la vida eterna. Seguro que era una buena persona, porque el Evangelio de Marcos dice específicamente que Jesús sintió cariño por él. Así que le hizo la invitación del texto de hoy. A este joven no le resultó fácil tomar una decisión, pero por lo visto su deseo de seguir a Jesús no era tan intenso como para dejar sus “muchas posesiones” (Mar. 10:17-22). Como consecuencia, rechazó el yugo que le ofreció Jesús y siguió siendo esclavo de “las Riquezas” (Mat. 6:24). ¿Qué decisión habríamos tomado nosotros? Es bueno que de vez en cuando evaluemos cuáles son nuestras prioridades. ¿Por qué? Porque así nos aseguraremos de que utilizamos bien nuestras energías. w19.09 24 párrs. 17, 18
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