Lunes 21 de diciembre
Dejen de juzgar por la apariencia exterior, pero juzguen con juicio justo (Juan 7:24).
En una profecía sobre Jesús, Isaías dijo: “No juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos. Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde” (Is. 11:3, 4). Estas palabras nos animan mucho. ¿Por qué? Porque vivimos en un mundo lleno de prejuicios. Todos deseamos que llegue el momento en que nos juzgue Jesús, el Juez perfecto que nunca se dejará llevar solo por nuestra apariencia. Todos los días, nos formamos alguna opinión sobre otras personas. Pero, como somos imperfectos, no somos capaces de juzgar de manera perfecta, como lo hace Jesús. Tenemos la tendencia a dejarnos llevar por lo que vemos. Aun así, cuando Jesús estuvo en la Tierra, nos mandó no juzgar por “la apariencia exterior”, sino juzgar “con juicio justo”. Como vemos, él desea que sigamos su ejemplo y no nos dejemos llevar por las apariencias. w18.08 8 párrs. 1, 2
Ni un paso atrás
https://www.jw.org/es/biblioteca/musica-canciones/canciones-originales/ni-un-paso-atras/
Informe mundial de los testigos de Jehová del año de servicio 2020
https://www.jw.org/es/biblioteca/libros/informe-mundial-2020/
Martes 22 de diciembre
Oirás una palabra detrás de ti que diga: “Este es el camino. Anden en él” (Is. 30:21).
Claro, no escuchamos la voz de Dios desde el cielo. Pero nos da instrucción mediante su Palabra escrita, la Biblia. Además, el espíritu santo impulsa al “mayordomo fiel” a que continúe dándonos alimento espiritual, como publicaciones impresas, en Internet, en video y en audio (Luc. 12:42). ¿Verdad que recibimos muchísimo alimento espiritual? Que las palabras de Jehová, registradas en la Biblia, nos hagan confiar en que tiene todo bajo control y en que reparará cualquier daño que nos causen Satanás y su mundo malvado. Resolvámonos a escuchar con atención la voz de Jehová. Si lo hacemos, lograremos aguantar cualquier dificultad presente o futura. La Biblia nos recuerda: “Ustedes tienen necesidad de aguante, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban el cumplimiento de la promesa” (Heb. 10:36). w19.03 13 párrs. 17, 18
Miércoles 23 de diciembre
Jehová procedió a decir a Josué: “Moisés mi siervo está muerto; y ahora levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo” (Jos. 1:1, 2).
Puesto que Moisés había sido el líder de la nación durante mucho tiempo, es posible que Josué se preguntara cómo reaccionaría el pueblo ahora que él lo dirigía (Deut. 34:8, 10-12). Una obra de consulta comenta lo siguiente sobre Josué 1:1, 2: “Tanto en el pasado como en el presente, el momento en que se produce un cambio de gobernante es uno de los más inestables de una nación”. Los temores de Josué no eran infundados, pero a los pocos días puso manos a la obra con total confianza en Jehová (Jos. 1:9-11). Y no se equivocó al hacerlo. Como dice la Biblia, Jehová los guió a él y a Israel mediante un ángel. Es lógico pensar que ese ángel fue “la Palabra”, el Hijo primogénito de Dios (Juan 1:1; Éx. 23:20-23). Con la ayuda de Jehová, Israel no tuvo problemas en adaptarse a la dirección de su nuevo líder, Josué. w18.10 22, 23 párrs. 1-4
TEXTOS BÍBLICOS EXPLICADOS
Juan 1:1 | “En el principio era el Verbo”
https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/textos-biblicos/juan-1-1/
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)Marzo de 2021
https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/atalaya-estudio-marzo-2021/
Jueves 24 de diciembre
Un libro de recuerdo empezó a ser escrito delante de él para los que estaban en temor de Jehová (Mal. 3:16).
Jehová reconoce a los que le sirven de buena gana y escribe su nombre en su “libro de recuerdo”. Tener el nombre escrito en el “libro de recuerdo” de Jehová supone ciertas obligaciones. Malaquías dijo que debemos temer a Dios y meditar en su nombre. Si adoramos a algo o a alguien que no sea Jehová, él quitará nuestro nombre de su libro simbólico de la vida (Éx. 32:33; Sal. 69:28). Por tanto, la dedicación implica mucho más que prometerle a Jehová que haremos su voluntad y bautizarnos. Nos dedicamos y bautizamos una sola vez en la vida, y es algo que enseguida queda en el pasado. Ponernos de parte de Jehová y ser sus siervos implica demostrar mediante nuestras acciones todos los días de nuestra vida que le obedecemos (1 Ped. 4:1, 2). w18.07 23, 24 párrs. 7-9
Los testigos de Jehová presentan la Traducción del Nuevo Mundo completa en cuatro lenguas indígenas de Indonesia
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Cuando un virus ataca, aprende a defenderte
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6 Por lo tanto, ya que hemos dejado atrás las enseñanzas básicas+ acerca del Cristo, avancemos hacia la madurez. Hebreos 6:1
Esto no ocurre de manera automática. Tenemos que hacer un esfuerzo continuo. Para llegar a ser un cristiano maduro, nuestro conocimiento y perspicacia deben seguir aumentando. Por eso se nos anima una y otra vez a leer la Biblia a diario (Sal. 1:1-3). ¿Es esa nuestra meta? Leer la Biblia todos los días nos ayudará a entender mejor las leyes y los principios de Dios. La ley cristiana más importante es la del amor. Jesús les dijo a sus seguidores: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Santiago, medio hermano de Jesús, la llamó “la ley real” (Sant. 2:8). Y Pablo dijo: “El amor es el cumplimiento de la ley” (Rom. 13:10). Es lógico que la Biblia dé tanta importancia al amor, pues “Dios es amor” (1 Juan 4:8). w18.06 19 párrs. 14, 15
LA VEJEZ SEGUN LA BIBLIA.
(Eclesiastés 12:1-7) Acuérdate de tu Gran Creador en tu juventud, antes de que vengan los días angustiosos y lleguen los años en que vas a decir: “No encuentro en ellos ningún placer”; 2 antes de que se oscurezcan el sol, la luz, la luna y las estrellas, y regresen las nubes después del aguacero; 3 cuando los guardianes de la casa se vuelvan temblorosos, los hombres fuertes se encorven, las mujeres dejen de moler porque ya quedan pocas y las señoras que miran por las ventanas vean oscuridad; 4 cuando las puertas que dan a la calle se cierren, cuando el sonido del molino se oiga bajo, cuando uno se despierte al canto de un pájaro y todas las hijas del canto se debiliten; 5 cuando además uno tenga miedo a las alturas y haya temores en la calle; cuando el almendro florezca, el saltamontes se arrastre y la alcaparra reviente, porque el hombre va caminando a su casa permanente y los que hacen duelo andan por las calles; 6 antes de que se parta el cordón de plata, se haga pedazos el tazón de oro, se rompa la vasija junto a la fuente y se quiebre la rueda para sacar agua del pozo. 7 Entonces el polvo vuelve a la tierra, tal como era, y el espíritu vuelve al Dios verdadero, que lo dio
Si siente que está perdiendo la salud y las fuerzas por culpa de la edad, seguramente entiende mejor que nadie las palabras del capítulo 12 de Eclesiastés. Según el versículo 1, con la vejez llegan “los días calamitosos”, o “los tiempos difíciles".
También se emplea el oscurecimiento de estas lumbreras,el sol, la luna y las estrellas, en la descripción del crepúsculo de la vida de la persona de edad avanzada. En la vejez los días son como la temporada fría y lluviosa del invierno, con un aguacero de problemas tras otro. En el invierno de la vejez, todo se oscurece, especialmente para aquellos que han desaprovechado las oportunidades de servir a Jehová en su juventud por haberse dedicado a actividades vanas.
"La casa", el cuerpo físico y corruptible de los humanos.“Las señoras que ven por las ventanas” se quedan a oscuras: Pérdida de visión. Las piernas son como “hombres de energía vital” que ahora están encorvados y se tambalean. Los cansados ojos se asemejan a señoras que se asoman por las ventanas en busca de luz pero solo encuentran oscuridad. “Las señoras que ven por las ventanas” —los ojos unidos a las facultades mentales que posibilitan la visión— se nublan, si es que no se oscurecen por completo.Y como los dientes empiezan a caerse, “las mujeres que muelen [han] dejado de trabajar por haber llegado a ser pocas”.Puede que los dientes se hayan estropeado o caído, y que queden pocos o quizá ninguno. Se hace difícil o imposible triturar el alimento sólido. Sus “guardianes” son los brazos y las manos, que protegen el cuerpo y satisfacen sus necesidades. En la vejez suelen temblar por debilidad, nerviosismo o parálisis. “Los hombres de energía vital” —las piernas— ya no son columnas fuertes, sino que se han debilitado y encorvado de modo que los pies no pueden más que arrastrarse.
Las puertas que dan a la calle han sido cerradas’, quizás a fin de indicar que las dos puertas de la boca ya no se abren mucho, o nada, para mostrar lo que hay en la casa del cuerpo.Las dos puertas de la boca —los labios— ya no se abren mucho o no se abren en absoluto para expresar lo que hay en “la casa” —el cuerpo— de las personas de edad avanzada que no sirven a Dios. No se emite nada a “la calle” de la vida pública. “Las hijas del canto” suenan bajo: Pérdida de audición. El sonido del molino se hace quedo, pues se masca el alimento con las encías desdentadas. El anciano no duerme profundamente de noche. Aun el gorjeo de los pájaros lo despierta. Pocas son las canciones que entona y, si lo hace, es débilmente. “Todas las hijas del canto —las notas melódicas— suenan bajo.” El anciano no oye bien la música ni las canciones que otros interpretan.
Describe las dificultades de la edad avanzada, habla del saltamontes que se arrastra, debido a la apariencia encorvada, rígida y con los codos hacia atrás de la persona de edad avanzada. “La baya de la alcaparra se revienta”: Pérdida del apetito. ¿Qué es esa “casa de larga duración”? Es la tumba, adonde nos conducen forzosamente el pecado y la imperfección. “el almendro lleva flores”, lo que al parecer indica que su cabello se vuelve gris y luego blanco como la nieve. El pelo canoso cae como las blancas flores del almendro. Se ‘arrastra’, quizá encorvado y con los brazos colgando, o con las manos en la cadera y los codos doblados hacia arriba, lo que le da la apariencia de un saltamontes. La persona de edad ya no tiene apetito, aunque el alimento que se ponga delante de ella sea tan gustoso como la baya de la alcaparra. Estas bayas se han utilizado desde hace mucho tiempo para estimular el apetito. El que ‘la baya de la alcaparra reviente’ da a entender que cuando la persona de edad pierde el apetito, ni siquiera este fruto despierta su deseo de alimentarse. Todo ello indica que se aproxima a “su casa de larga duración”, el sepulcro. . La voz lastimera y los quejidos que salen de las puertas de la boca del anciano son indicio de la cercanía de la muerte.
El ‘quebrantamiento del tazón de oro’ alude al cese de la actividad del cerebro en el cráneo, parecido a un tazón, que se produce en el momento de morir. al sobrevenir la muerte, se quiebra “el jarro junto al manantial”. Al parecer este jarro es el corazón, que con la muerte deja de recibir e impulsar la circulación de la sangre por todo el cuerpo. Se convierte en algo tan inútil como un jarro quebrado que no puede retener agua. “La cuerda de plata” puede referirse a la médula espinal. Cuando se daña irreparablemente este maravilloso conducto que lleva los impulsos al cerebro, la muerte es inevitable.el corazón es como un jarro que se rompe, que se hace añicos junto al manantial, porque ya no puede recibir, contener ni bombear la sangre vital para el sustento y la revitalización del cuerpo. La ‘quebrantada rueda del agua para la cisterna’ deja de girar, y termina la circulación de la sangre que mantiene la vida. De modo que Jehová reveló a Salomón la circulación de la sangre mucho antes de que la descubriera el médico William Harvey en el siglo XVII.
Cuando el espíritu, o fuerza vital, abandona el cuerpo, este muere y regresa a su origen: la tierra. De igual modo, la fuerza vital regresa a su origen: Dios. toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.
2020 | Informe 9 del Cuerpo Gobernante
Sábado 26 de diciembre
Le amargaron el espíritu y él empezó a hablar imprudentemente con sus labios (Sal. 106:33).
Aunque los israelitas provocaron a Jehová, fue Moisés quien se sintió amargado. Su falta de autodominio resultó en que hablara sin pensar en las consecuencias. Moisés dejó que las acciones de los demás lo distrajeran, y no mantuvo la vista fija en Jehová. La primera vez que los israelitas se quejaron por falta de agua, Moisés reaccionó bien (Éx. 7:6). Sin embargo, es posible que ahora estuviera cansado y frustrado por tener que tratar durante décadas con aquel pueblo rebelde. Quizá pensó más en sus sentimientos que en honrar a Jehová. Si un profeta fiel como Moisés se distrajo y pecó, a nosotros podría pasarnos lo mismo. Igual que él, estamos a punto de entrar en el nuevo mundo que Dios nos ha prometido (2 Ped. 3:13). Ninguno queremos perdernos ese privilegio tan especial. Pero, si deseamos alcanzarlo, tenemos que mantener la vista fija en Jehová y tratar de hacer siempre su voluntad (1 Juan 2:17). w18.07 15 párrs. 14-16
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