Lunes 29 de junio
Estos son los que llevan fruto con aguante (Luc. 8:15).
Estos son los que llevan fruto con aguante (Luc. 8:15).
Predicar en un territorio donde casi nadie escucha el mensaje del Reino puede ser desalentador. Si a usted le ha pasado esto, seguro que entiende cómo se sintió el apóstol Pablo. Durante su ministerio, que más o menos duró treinta años, ayudó a gran cantidad de personas a aceptar el cristianismo (Hech. 14:21; 2 Cor. 3:2, 3). Pero no logró que muchos judíos se hicieran cristianos. De hecho, la mayoría rechazó a Pablo y algunos hasta lo persiguieron (Hech. 14:19; 17:1, 4, 5, 13). Él reconoció con franqueza que esa reacción tan negativa lo afectó mucho. Dijo: “Tengo gran desconsuelo e incesante dolor en mi corazón” (Rom. 9:1-3). ¿Por qué se sintió así? Porque amaba la predicación y también amaba a las personas. Se preocupaba de corazón por los judíos, y por eso le dolía tanto ver que rechazaban la misericordia de Dios. Como Pablo, predicamos porque nos preocupamos de todo corazón por la gente (Mat. 22:39; 1 Cor. 11:1). w18.05 13 párrs. 4, 5
LECTURA SEMANAL DE LA BIBLIA, ÉXODO CAPÍTULOS 4 Y 5
MEDITANDO CAPITULO 4
4 Pero Moisés le respondió: “¿Y qué hago si no me creen ni me escuchan? Porque van a decir ‘Jehová no se te apareció’”.
No fue erróneo de Moisés el preguntar primeramente, ¿Quién soy yo para presentarme ante el faraón ?(Éxodo 3:11); esta era una pregunta lógica considerando la gran tarea que se tenía. Y Dios respondió a esta pregunta más que adecuadamente en Éxodo 3:12: Yo estaré contigo. Después de eso, y en este pasaje, la pregunta de Moisés demostró incredulidad.
Jehova Dios prometió que los líderes de Israel escucharían a Moisés. Él dijo: Y oirán tu voz. Cuando Moisés hizo esta protesta él pudiera bien haber dicho: ¿Pero qué pasa si te equivocas Jehova? Estuvo mal de que el desconfiara de Dios. En vista de la zarza ardiente, la voz de Dios, y el encuentro divino, no había lugar para que Moisés dijera, “Pero”.
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2 Entonces Jehová le preguntó: “¿Qué tienes en la mano?”. Moisés le contestó: “Una vara”. 3 Dios le dijo: “Arrójala al suelo”. Y, cuando la arrojó al suelo, la vara se convirtió en una serpiente. Enseguida Moisés se apartó de ella. 4 Jehová ahora le dijo a Moisés: “Extiende la mano y agárrala por la cola”. Así que él extendió la mano y la agarró, y la serpiente se convirtió en una vara. 5 Entonces Dios le dijo: “Así sabrán ellos que se te ha aparecido Jehová, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.
Jehova Dios uso lo que Moisés tenía en su mano. Los años que Moisés pasó atendiendo ovejas no fueron en vano. Esos años depositaron en la mano de Moisés cosas que él podría usar para la gloria de Dios. Dios no usó el cetro que estaba en la mano de Moisés cuando el vivía en Egipto, pero Él sí uso la simple vara del pastor.
Una vara: La vara de Moisés partiría el Mar Rojo. Golpearía una roca de la cual saldría agua. Sería levantada sobre una batalla hasta que Israel ganara. Sería llamada la vara del Dios verdadero. Se convirtió en una culebra real que era lo suficiente aterradora para que hiciera que Moisés huyera de ella. Vemos la fe de Moisés cuando él extendió su mano para tomar a la culebra justo como Dios se lo mandó. La cola es la parte más peligrosa al momento de tomar una culebra; aún así Moisés salió ileso.
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6 Además, Jehová le dijo: “Por favor, mete tu mano en el pliegue superior de tu ropa”. Así que Moisés metió la mano en el pliegue de su ropa y, cuando la sacó, ¡la mano tenía lepra! ¡Estaba blanca como la nieve! 7 Después de eso, Dios le dijo: “Vuelve a meter la mano en el pliegue superior de tu ropa”. De modo que Moisés metió de nuevo la mano en su ropa. Cuando la sacó, ¡estaba tan sana como el resto de su cuerpo! 8 Dios le dijo: “Si no te creen o no le hacen caso a la primera señal, le harán caso a la segunda. 9 Si aun así no creen en estas dos señales y no quieren escucharte, entonces sacarás agua del río Nilo y la derramarás en suelo seco. El agua que saques del Nilo se convertirá en sangre sobre el suelo”.
Antes de que esas señales le hablaran a los demás, ellas le hablaron a Moisés.
La palabra Hebrea para lepra cubría un rango más amplio de enfermedades de lo que lo hace la palabra ‘cáncer’ de nuestros tiempos.
Por medio del ángel, Jehová proveyó las credenciales que Moisés podía presentar a los hombres de mayor edad de Israel. Estas consistían en tres milagros que servirían de señales. Esta es la primera vez que leemos en las Escrituras sobre un humano que haya recibido poder para hacer milagros.
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10 Entonces Moisés le dijo a Jehová: “Discúlpame, Jehová, pero yo nunca he tenido facilidad para hablar, ni en el pasado ni desde que empezaste a comunicarte conmigo, tu siervo. Mi habla es lenta* y mi lengua es torpe”.
LENTA, Literalmente. “Soy pesado de boca”.
Después de estas extraordinarias y persuasivas señales, Moisés aún daba objeciones al llamado de Dios. Moisés reveló de que él no estaba confiado con su habilidad para hablar.
Al parecer la excusa de Moisés no estaba justificada. Claramente, hace 40 años antes de esto, Moisés no era tardo en el habla y torpe de lengua. En los Hechos 7:22 dice que Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios. De hecho, era poderoso en palabras y acciones. Por 40 años, al parecer Moisés solamente le hablaba a las ovejas. Su confianza en si mismo se había ido; pero él necesitaba la confianza de Dios. El reclamo de Moisés no era sobre el tener una articulación defectuosa, sino en su incapacidad de tomar el mando de los Hebreos y Egipcios.
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11 Jehová le preguntó: “¿Quién le dio la boca al hombre? ¿Quién puede hacer que alguien esté mudo o sordo? ¿Quién puede darle la vista o volverlo ciego? ¿No soy yo, Jehová? 12 Así que ahora vete. Yo estaré contigo cuando hables* y yo te enseñaré lo que debes decir”.
HABLES, Lit. “estaré con tu boca”.
El hecho de que Moisés creyera de que él no era elocuente estaba completamente fuera de base. El Dios que creó a las bocas más elocuentes que han vivido estaba de su lado. Dios es tan poderoso que Él puede obrar a través de nosotros si es que nosotros nos hacemos disponibles. Si Moisés era un orador insuficiente, ¿esto era noticias nuevas para Dios? ¿Tiene Dios problemas en rastrear quien es sordo, quien es ciego, y quien es mudo? ¿Pensará Moisés verdaderamente que Dios cometió un error?
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13 Pero él le respondió: “Discúlpame, Jehová, pero manda a otra persona, a quien tú quieras, por favor”. 14 Entonces Jehová se enojó muchísimo con Moisés y le dijo: “¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él tiene facilidad para hablar. Ya viene hacia acá para encontrarse contigo, y él* se alegrará mucho cuando te vea. 15 Cuéntale lo que te he dicho y pon mis palabras en su boca. Yo estaré con ustedes cuando hablen y les enseñaré lo que deben hacer. 16 Él le hablará al pueblo por ti y será tu portavoz. Y tú serás como Dios para él.*17 Además, llevarás esta vara en la mano y con ella realizarás las señales”.
Finalmente Moisés terminó con las excusas y expuso lo que realmente había en su corazón. Simplemente, él preferiría que Dios enviara a alguien más. Su problema no era en realidad una falta de habilidad; era una falta de disposición.
Cuando Dios trajo a Aaron para ayudar a liderar con Moisés, fue una expresión de Su castigo a Moisés, no de Su aprobación o de ceder ante Moisés. Aarón fue más un problema para Moisés que una ayuda. Aaron si se convirtió en una fuente de problemas para Moisés. Aaron instigó la adoración al becerro de oro, moldeando al becerro él mismo y edificó también el altar. Los hijos de Aarón blasfemaron contra Dios al traer ofrendas impuras. En cierto tiempo, Aarón abiertamente llevó a cabo un motín en contra de Moisés.
Aaron no era el portavoz de Dios; él era el portavoz de Moisés. Dios no necesita a líderes como éste.
Dios dio instrucciones y mandatos a Moisés, quien a su vez se los comunicó a Aarón para que hablara ante Faraón (un sucesor del Faraón del que había huido Moisés cuarenta años antes).
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18 Así que Moisés regresó adonde estaba su suegro Jetró y le dijo: “Permíteme que me vaya, por favor. Quiero volver a Egipto para ver si todavía viven mis hermanos”. Jetró le dijo a Moisés: “Vete en paz”.
Moisés se aseguró de que estuviera todo en claro para que él pudiera salir. Aún el llamado de Dios no quitó la necesidad de la cortesía humana y el de respetar a su suegro. También Moisés no le dijo en realidad a su suegro la historia detrás de su deseo de regresar a Egipto. Quizás él sintió que era demasiado fantástico, y mejor dejaría que Dios demostrara Su Palabra a través del cumplimiento de la misma.
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19 Después, Jehová le dijo a Moisés en Madián: “Ve, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los hombres que querían matarte”.*
20 Por lo tanto, Moisés subió a su esposa y a sus hijos sobre un burro, e inició el viaje de regreso a la tierra de Egipto. También se llevó la vara del Dios verdadero en la mano. 21 Y Jehová le dijo a Moisés: “Cuando estés de nuevo en Egipto, asegúrate de realizar delante del faraón los milagros que puedes hacer con el poder que yo te he dado. Aun así, yo dejaré que su corazón se ponga terco, y él no permitirá que el pueblo se vaya. 22 Entonces debes decirle al faraón: ‘Esto es lo que Jehová dice: “Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Por eso te digo: deja salir de aquí a mi hijo para que pueda adorarme.* Pero, si te niegas a dejarlo salir, voy a matar a tu hijo, tu primogénito”’
Dios sabía que Moisés estaba seguro en Egipto, y le dio reposo a su mente de la ansiedad; pero Dios también sabía que Él endurecería el corazón de Faraón, y que tomaría la muerte de su primogénito antes de que Faraón estuviera de acuerdo en liberar a los hijos de Israel.
A manera de retrato, Dios consideró a Israel como a Su primogénito y Dios sabía que habría un intercambio entre Su primogénito (Israel) y el primogénito de Egipto.
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24 Ahora bien, cuando estaban de camino hacia el lugar donde iban a pasar la noche, Jehová se encontró con él y trató de darle muerte. 25 Finalmente, Ziporá agarró una piedra de pedernal afilada* y circuncidó a su hijo. Luego hizo que el prepucio tocara los pies de él y dijo: “Esto es porque eres novio* de sangre para mí”. 26 Así que Dios lo dejó ir. En aquel momento, ella dijo “novio de sangre” debido a la circuncisión.
PIEDRA DE PEDERNAL, O “un cuchillo de pedernal”.
NOVIO ó esposo.
Este es un evento misterioso; pero al parecer Dios esta confrontando a Moisés – de una manera fuerte – debido a que Moisés no había aún circuncidado a su hijo. Dios demanda que esto se haga de la manera correcta antes de que Moisés entrara a Egipto y empezara a cumplir el llamado de Dios.
No debe de haber duda de que por alguna razón, la cual no se registró, Moisés falló en llevar a cabo la instrucción divina concerniente a la circuncisión. Quizás fue la primera vez que Ziporá reconoció la seria naturaleza del llamado de su esposo y de lo importante que era que toda la familia caminara en los caminos de Jehova.
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27 Entonces Jehová le dijo a Aarón: “Ve a encontrarte con Moisés en el desierto”. Por lo tanto, Aarón fue a encontrarse con él en la montaña del Dios verdadero y saludó a Moisés con un beso. 28 Y Moisés le contó a Aarón todo lo que le había dicho Jehová, quien lo había enviado. También le habló de todas las señales que le había ordenado realizar. 29 Después de eso, Moisés y Aarón fueron a reunirse con todos los ancianos de Israel. 30 Aarón les contó todo lo que Jehová le había dicho a Moisés, y él realizó las señales ante los ojos del pueblo. 31 De modo que el pueblo le creyó. Cuando los israelitas supieron que Jehová se había fijado en ellos y había visto su sufrimiento, se inclinaron y se postraron.
Sucedió como Dios lo había dicho. Dios había prometido entonces de que ellos escucharían su voz, y el pueblo de Israel lo hizo ,y su emoción era real pues anticipaban la liberación de la nación. Ahora el tiempo y las circunstancias eran las correctas, y el destino de Dios para la vida de Moisés empezaría cumplirse.
MEDITANDO CAPITULO 4
4 Pero Moisés le respondió: “¿Y qué hago si no me creen ni me escuchan? Porque van a decir ‘Jehová no se te apareció’”.
No fue erróneo de Moisés el preguntar primeramente, ¿Quién soy yo para presentarme ante el faraón ?(Éxodo 3:11); esta era una pregunta lógica considerando la gran tarea que se tenía. Y Dios respondió a esta pregunta más que adecuadamente en Éxodo 3:12: Yo estaré contigo. Después de eso, y en este pasaje, la pregunta de Moisés demostró incredulidad.
Jehova Dios prometió que los líderes de Israel escucharían a Moisés. Él dijo: Y oirán tu voz. Cuando Moisés hizo esta protesta él pudiera bien haber dicho: ¿Pero qué pasa si te equivocas Jehova? Estuvo mal de que el desconfiara de Dios. En vista de la zarza ardiente, la voz de Dios, y el encuentro divino, no había lugar para que Moisés dijera, “Pero”.
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2 Entonces Jehová le preguntó: “¿Qué tienes en la mano?”. Moisés le contestó: “Una vara”. 3 Dios le dijo: “Arrójala al suelo”. Y, cuando la arrojó al suelo, la vara se convirtió en una serpiente. Enseguida Moisés se apartó de ella. 4 Jehová ahora le dijo a Moisés: “Extiende la mano y agárrala por la cola”. Así que él extendió la mano y la agarró, y la serpiente se convirtió en una vara. 5 Entonces Dios le dijo: “Así sabrán ellos que se te ha aparecido Jehová, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”.
Jehova Dios uso lo que Moisés tenía en su mano. Los años que Moisés pasó atendiendo ovejas no fueron en vano. Esos años depositaron en la mano de Moisés cosas que él podría usar para la gloria de Dios. Dios no usó el cetro que estaba en la mano de Moisés cuando el vivía en Egipto, pero Él sí uso la simple vara del pastor.
Una vara: La vara de Moisés partiría el Mar Rojo. Golpearía una roca de la cual saldría agua. Sería levantada sobre una batalla hasta que Israel ganara. Sería llamada la vara del Dios verdadero. Se convirtió en una culebra real que era lo suficiente aterradora para que hiciera que Moisés huyera de ella. Vemos la fe de Moisés cuando él extendió su mano para tomar a la culebra justo como Dios se lo mandó. La cola es la parte más peligrosa al momento de tomar una culebra; aún así Moisés salió ileso.
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6 Además, Jehová le dijo: “Por favor, mete tu mano en el pliegue superior de tu ropa”. Así que Moisés metió la mano en el pliegue de su ropa y, cuando la sacó, ¡la mano tenía lepra! ¡Estaba blanca como la nieve! 7 Después de eso, Dios le dijo: “Vuelve a meter la mano en el pliegue superior de tu ropa”. De modo que Moisés metió de nuevo la mano en su ropa. Cuando la sacó, ¡estaba tan sana como el resto de su cuerpo! 8 Dios le dijo: “Si no te creen o no le hacen caso a la primera señal, le harán caso a la segunda. 9 Si aun así no creen en estas dos señales y no quieren escucharte, entonces sacarás agua del río Nilo y la derramarás en suelo seco. El agua que saques del Nilo se convertirá en sangre sobre el suelo”.
Antes de que esas señales le hablaran a los demás, ellas le hablaron a Moisés.
La palabra Hebrea para lepra cubría un rango más amplio de enfermedades de lo que lo hace la palabra ‘cáncer’ de nuestros tiempos.
Por medio del ángel, Jehová proveyó las credenciales que Moisés podía presentar a los hombres de mayor edad de Israel. Estas consistían en tres milagros que servirían de señales. Esta es la primera vez que leemos en las Escrituras sobre un humano que haya recibido poder para hacer milagros.
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10 Entonces Moisés le dijo a Jehová: “Discúlpame, Jehová, pero yo nunca he tenido facilidad para hablar, ni en el pasado ni desde que empezaste a comunicarte conmigo, tu siervo. Mi habla es lenta* y mi lengua es torpe”.
LENTA, Literalmente. “Soy pesado de boca”.
Después de estas extraordinarias y persuasivas señales, Moisés aún daba objeciones al llamado de Dios. Moisés reveló de que él no estaba confiado con su habilidad para hablar.
Al parecer la excusa de Moisés no estaba justificada. Claramente, hace 40 años antes de esto, Moisés no era tardo en el habla y torpe de lengua. En los Hechos 7:22 dice que Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios. De hecho, era poderoso en palabras y acciones. Por 40 años, al parecer Moisés solamente le hablaba a las ovejas. Su confianza en si mismo se había ido; pero él necesitaba la confianza de Dios. El reclamo de Moisés no era sobre el tener una articulación defectuosa, sino en su incapacidad de tomar el mando de los Hebreos y Egipcios.
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11 Jehová le preguntó: “¿Quién le dio la boca al hombre? ¿Quién puede hacer que alguien esté mudo o sordo? ¿Quién puede darle la vista o volverlo ciego? ¿No soy yo, Jehová? 12 Así que ahora vete. Yo estaré contigo cuando hables* y yo te enseñaré lo que debes decir”.
HABLES, Lit. “estaré con tu boca”.
El hecho de que Moisés creyera de que él no era elocuente estaba completamente fuera de base. El Dios que creó a las bocas más elocuentes que han vivido estaba de su lado. Dios es tan poderoso que Él puede obrar a través de nosotros si es que nosotros nos hacemos disponibles. Si Moisés era un orador insuficiente, ¿esto era noticias nuevas para Dios? ¿Tiene Dios problemas en rastrear quien es sordo, quien es ciego, y quien es mudo? ¿Pensará Moisés verdaderamente que Dios cometió un error?
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13 Pero él le respondió: “Discúlpame, Jehová, pero manda a otra persona, a quien tú quieras, por favor”. 14 Entonces Jehová se enojó muchísimo con Moisés y le dijo: “¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él tiene facilidad para hablar. Ya viene hacia acá para encontrarse contigo, y él* se alegrará mucho cuando te vea. 15 Cuéntale lo que te he dicho y pon mis palabras en su boca. Yo estaré con ustedes cuando hablen y les enseñaré lo que deben hacer. 16 Él le hablará al pueblo por ti y será tu portavoz. Y tú serás como Dios para él.*17 Además, llevarás esta vara en la mano y con ella realizarás las señales”.
Finalmente Moisés terminó con las excusas y expuso lo que realmente había en su corazón. Simplemente, él preferiría que Dios enviara a alguien más. Su problema no era en realidad una falta de habilidad; era una falta de disposición.
Cuando Dios trajo a Aaron para ayudar a liderar con Moisés, fue una expresión de Su castigo a Moisés, no de Su aprobación o de ceder ante Moisés. Aarón fue más un problema para Moisés que una ayuda. Aaron si se convirtió en una fuente de problemas para Moisés. Aaron instigó la adoración al becerro de oro, moldeando al becerro él mismo y edificó también el altar. Los hijos de Aarón blasfemaron contra Dios al traer ofrendas impuras. En cierto tiempo, Aarón abiertamente llevó a cabo un motín en contra de Moisés.
Aaron no era el portavoz de Dios; él era el portavoz de Moisés. Dios no necesita a líderes como éste.
Dios dio instrucciones y mandatos a Moisés, quien a su vez se los comunicó a Aarón para que hablara ante Faraón (un sucesor del Faraón del que había huido Moisés cuarenta años antes).
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18 Así que Moisés regresó adonde estaba su suegro Jetró y le dijo: “Permíteme que me vaya, por favor. Quiero volver a Egipto para ver si todavía viven mis hermanos”. Jetró le dijo a Moisés: “Vete en paz”.
Moisés se aseguró de que estuviera todo en claro para que él pudiera salir. Aún el llamado de Dios no quitó la necesidad de la cortesía humana y el de respetar a su suegro. También Moisés no le dijo en realidad a su suegro la historia detrás de su deseo de regresar a Egipto. Quizás él sintió que era demasiado fantástico, y mejor dejaría que Dios demostrara Su Palabra a través del cumplimiento de la misma.
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19 Después, Jehová le dijo a Moisés en Madián: “Ve, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los hombres que querían matarte”.*
20 Por lo tanto, Moisés subió a su esposa y a sus hijos sobre un burro, e inició el viaje de regreso a la tierra de Egipto. También se llevó la vara del Dios verdadero en la mano. 21 Y Jehová le dijo a Moisés: “Cuando estés de nuevo en Egipto, asegúrate de realizar delante del faraón los milagros que puedes hacer con el poder que yo te he dado. Aun así, yo dejaré que su corazón se ponga terco, y él no permitirá que el pueblo se vaya. 22 Entonces debes decirle al faraón: ‘Esto es lo que Jehová dice: “Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Por eso te digo: deja salir de aquí a mi hijo para que pueda adorarme.* Pero, si te niegas a dejarlo salir, voy a matar a tu hijo, tu primogénito”’
Dios sabía que Moisés estaba seguro en Egipto, y le dio reposo a su mente de la ansiedad; pero Dios también sabía que Él endurecería el corazón de Faraón, y que tomaría la muerte de su primogénito antes de que Faraón estuviera de acuerdo en liberar a los hijos de Israel.
A manera de retrato, Dios consideró a Israel como a Su primogénito y Dios sabía que habría un intercambio entre Su primogénito (Israel) y el primogénito de Egipto.
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24 Ahora bien, cuando estaban de camino hacia el lugar donde iban a pasar la noche, Jehová se encontró con él y trató de darle muerte. 25 Finalmente, Ziporá agarró una piedra de pedernal afilada* y circuncidó a su hijo. Luego hizo que el prepucio tocara los pies de él y dijo: “Esto es porque eres novio* de sangre para mí”. 26 Así que Dios lo dejó ir. En aquel momento, ella dijo “novio de sangre” debido a la circuncisión.
PIEDRA DE PEDERNAL, O “un cuchillo de pedernal”.
NOVIO ó esposo.
Este es un evento misterioso; pero al parecer Dios esta confrontando a Moisés – de una manera fuerte – debido a que Moisés no había aún circuncidado a su hijo. Dios demanda que esto se haga de la manera correcta antes de que Moisés entrara a Egipto y empezara a cumplir el llamado de Dios.
No debe de haber duda de que por alguna razón, la cual no se registró, Moisés falló en llevar a cabo la instrucción divina concerniente a la circuncisión. Quizás fue la primera vez que Ziporá reconoció la seria naturaleza del llamado de su esposo y de lo importante que era que toda la familia caminara en los caminos de Jehova.
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27 Entonces Jehová le dijo a Aarón: “Ve a encontrarte con Moisés en el desierto”. Por lo tanto, Aarón fue a encontrarse con él en la montaña del Dios verdadero y saludó a Moisés con un beso. 28 Y Moisés le contó a Aarón todo lo que le había dicho Jehová, quien lo había enviado. También le habló de todas las señales que le había ordenado realizar. 29 Después de eso, Moisés y Aarón fueron a reunirse con todos los ancianos de Israel. 30 Aarón les contó todo lo que Jehová le había dicho a Moisés, y él realizó las señales ante los ojos del pueblo. 31 De modo que el pueblo le creyó. Cuando los israelitas supieron que Jehová se había fijado en ellos y había visto su sufrimiento, se inclinaron y se postraron.
Sucedió como Dios lo había dicho. Dios había prometido entonces de que ellos escucharían su voz, y el pueblo de Israel lo hizo ,y su emoción era real pues anticipaban la liberación de la nación. Ahora el tiempo y las circunstancias eran las correctas, y el destino de Dios para la vida de Moisés empezaría cumplirse.
LECTURA SEMANAL DE LA BIBLIA. ÉXODO CAPÍTULOS 4 Y 5
MEDITANDO CAPITULO 5
MEDITANDO CAPITULO 5
5 Después de esto, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de Israel: ‘Deja salir a mi pueblo para que celebren una fiesta en mi honor en el desierto’”. 2 Pero el faraón respondió: “¿Quién es ese Jehová para que yo tenga que obedecer su voz y deje salir a Israel? Ni conozco a Jehová ni voy a dejar salir a Israel”. 3 Entonces le dijeron: “El Dios de los hebreos ha hablado con nosotros. Por favor, déjanos hacer un viaje de tres días al desierto para hacerle sacrificios a Jehová nuestro Dios. De lo contrario, nos castigará con una enfermedad o con la espada”.
Esta confrontación requirió una tremenda valentía, y Moisés y Aarón deberían de ser elogiados por haber obedecido en esto a Dios. Faraón para nada era un servidor público; todo el pueblo vivía para servir a Faraón. Su poder y autoridad eran supremas y no había ninguna constitución o ley o ninguna legislación más alta o igual a él. El Faraón era más que un hombre; él se consideraba a sí mismo un dios, y los egipcios estaban de acuerdo. Al crecer en las cortes reales de Egipto, Moisés sabía bien esto; pero también sabía que Faraón era solamente un hombre. Con la autoridad del Dios viviente, Moisés confrontó a Faraón.
La demanda fundamental de Dios a Faraón (a través de Sus mensajeros Moisés y Aarón) fue la liberación de Su pueblo. Dios afirmó que Israel le pertenecía a Él, y no al Faraón; y por lo tanto, ellos deberían ser libres.
Faraón sabía de muchos dioses, pero no reconoció a Jehova o que Israel era Su posesión.
Dios le presentó la pequeña demanda a Faraón primero, para que la petición fuera lo más atractiva y lo más fácil de aceptar. Él hizo esto para que Faraón no tuviera ninguna excusa para rechazar a Dios ni para que endureciera su corazón.
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4 Pero el rey de Egipto les contestó: “Moisés y Aarón, ¿por qué quieren que el pueblo abandone su trabajo? ¡Regresen a sus tareas!”.* 5 Y el faraón añadió: “Miren a cuántos de su pueblo* tengo aquí. ¿Y ustedes quieren interrumpir su trabajo?”.
6 Ese mismo día, el faraón les dio esta orden a los capataces y sus ayudantes: 7 “No vuelvan a darle paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan a recogerla ellos mismos. 8 Y deben exigirles la misma cantidad de ladrillos que antes. No les exijan menos. Son unos holgazanes,* y por eso andan diciendo: ‘¡Queremos irnos! ¡Queremos hacerle sacrificios a nuestro Dios!’. 9 Pónganlos a trabajar más duro y manténganlos tan ocupados que no puedan escuchar mentiras”.
La demanda fundamental de Dios a Faraón (a través de Sus mensajeros Moisés y Aarón) fue la liberación de Su pueblo. Dios afirmó que Israel le pertenecía a Él, y no al Faraón; y por lo tanto, ellos deberían ser libres.
Faraón sabía de muchos dioses, pero no reconoció a Jehova o que Israel era Su posesión.
Dios le presentó la pequeña demanda a Faraón primero, para que la petición fuera lo más atractiva y lo más fácil de aceptar. Él hizo esto para que Faraón no tuviera ninguna excusa para rechazar a Dios ni para que endureciera su corazón.
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4 Pero el rey de Egipto les contestó: “Moisés y Aarón, ¿por qué quieren que el pueblo abandone su trabajo? ¡Regresen a sus tareas!”.* 5 Y el faraón añadió: “Miren a cuántos de su pueblo* tengo aquí. ¿Y ustedes quieren interrumpir su trabajo?”.
6 Ese mismo día, el faraón les dio esta orden a los capataces y sus ayudantes: 7 “No vuelvan a darle paja al pueblo para hacer ladrillos. Que vayan a recogerla ellos mismos. 8 Y deben exigirles la misma cantidad de ladrillos que antes. No les exijan menos. Son unos holgazanes,* y por eso andan diciendo: ‘¡Queremos irnos! ¡Queremos hacerle sacrificios a nuestro Dios!’. 9 Pónganlos a trabajar más duro y manténganlos tan ocupados que no puedan escuchar mentiras”.
Faraón no solamente rechazó la idea de dar a los Israelitas tres días de descanso, él vio la misma petición como una perdida de trabajo. Faraón sabía que los intentos anteriores de bajar la población de Israel habían fallado. Ellos continuaban multiplicándose. Esto era bueno para Israel, pero malo para Faraón.
La paja tiene un contenido ácido que hace a los ladrillos más fuertes. El uso de paja al hacer ladrillos en Egipto durante este periodo es confirmado por la arqueología. Ladrillos de todo tipo han sido encontrados en Egipto, algunos con paja regular cortada, algunos con raíces duras y sobras, y algunos sin nada de paja. Paja cortada era mezclada con barro para hacer los ladrillos más flexibles.
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La paja tiene un contenido ácido que hace a los ladrillos más fuertes. El uso de paja al hacer ladrillos en Egipto durante este periodo es confirmado por la arqueología. Ladrillos de todo tipo han sido encontrados en Egipto, algunos con paja regular cortada, algunos con raíces duras y sobras, y algunos sin nada de paja. Paja cortada era mezclada con barro para hacer los ladrillos más flexibles.
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10 Así que los capataces y sus ayudantes fueron a decirle al pueblo: “Esto es lo que ha dicho el faraón: ‘Ya no les voy a dar más paja. 11 Vayan a recogerla ustedes mismos donde sea que la encuentren, y no les reduciré la cantidad de trabajo’”. 12 De modo que el pueblo salió a buscar rastrojo por toda la tierra de Egipto para usarlo como paja. 13 Y los capataces los presionaban diciendo: “Todos ustedes deben completar su trabajo cada día como cuando les daban paja”. 14 Además, golpearon a los ayudantes israelitas, a quienes los capataces del faraón habían puesto a cargo de los israelitas. Y les preguntaron: “¿Por qué no han hecho ni ayer ni hoy la misma cantidad de ladrillos que antes?”.
El efecto inmediato del trabajo de Moisés lo hizo más duro para Israel, no mejor. El confrontar las malvadas ataduras egipcias no sería fácil. Esta era una prueba significativa para Moisés e Israel. La libertad de todo Israel era el objetivo; todo Israel soportó esta difícil prueba antes de que la libertad fuera obtenida.
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15 Entonces, los ayudantes israelitas fueron a quejarse al faraón. Le dijeron: “¿Por qué tratas así a tus siervos? 16 No nos dan paja a nosotros, tus siervos, pero siguen diciéndonos: ‘¡Hagan ladrillos!’. Y nos están golpeando, cuando la culpa* es de tu propio pueblo”. 17 Pero él les contestó: “¡Holgazanes!* ¡Ustedes son unos holgazanes!*i Por eso dicen: ‘Queremos irnos. Queremos hacerle sacrificios a Jehová’. 18 ¡Váyanse y pónganse a trabajar! No recibirán paja, pero deberán hacer la misma cantidad de ladrillos”.
19 Así que los ayudantes israelitas se vieron en un gran aprieto, porque les habían ordenado: “No pueden reducir la cantidad diaria de ladrillos”.
19 Así que los ayudantes israelitas se vieron en un gran aprieto, porque les habían ordenado: “No pueden reducir la cantidad diaria de ladrillos”.
En su aflicción, los hijos de Israel no fueron a Dios; ellos no fueron a Moisés. En lugar de ello, ellos fueron a Faraón a pedir ayuda. Ellos creían que su carga anterior era mejor que su actual miseria incrementada. Faraón no mostró la más mínima simpatía y fue cruel. Él creía que el problema que Israel tenía era de que ellos eran flojos; más trabajo y trabajo más duro los curaría de su flojera. Faraón odiaba a Israel y los quería en una perpetua atadura para servirle a él.
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20 Después de eso se reunieron con Moisés y Aarón, que estaban esperando a que ellos salieran de donde estaba el faraón. 21 Enseguida les dijeron a Moisés y a Aarón: “Que Jehová vea sus actos y los juzgue, porque ustedes han hecho que el faraón y sus siervos nos odien* y les han puesto una espada en las manos para matarnos”.
Los líderes de los hijos de Israel no estaban felices cuando salieron de la presencia de Faraón, y ellos pensaban que era la culpa de Moisés y de Aarón. Ellos creían que este era un mal que había hecho Moisés. Cuando Israel era un esclavo obediente de Faraón, ellos creían que él era su amigo. Ahora que la idea de la libertad había entrado, Faraón mostró lo que él sentía a través de todas sus palabras. En teoría, Dios podría liberar a Israel de Egipto sin que hubiera ninguna lucha de su parte. Aún así, Él sabía que eso no era bueno o lo mejor para ellos; que para que ellos hicieran la transición de esclavos a un pueblo libre de la tierra prometida, era absolutamente necesario la prueba y la lucha.
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22 Entonces Moisés se dirigió a Jehová y le dijo: “Jehová, ¿por qué haces sufrir a este pueblo? ¿Por qué me has enviado? 23 Desde que me presenté ante el faraón para hablar en tu nombre, él ha tratado peor a este pueblo, y tú no has hecho nada para liberar a tu pueblo”
Moisés hizo bien el preguntar audazmente lo que había en su corazón a Dios. Aún así, Moisés ya había olvidado lo que Dios le dijo en la zarza ardiente, que Faraón no dejaría ir fácilmente a Israel. Aún había incredulidad y falta de enfoque en Dios el cual debía de trabajar en Moisés. Moisés esperaba que todo saliera fácilmente. Israel sintió que era en ocasiones difícil el estar dentro de la voluntad de Dios; pero ellos verían cuan peor sería el estar en contra de la voluntad de Dios.
BÉLGICA
DESDE EL PASADO SÁBADO, LA SUCURSAL HA AUTORIZADO LA PREDICACIÓN CON CARRITOS Y MASCARAS, ADEMAS DE MEDIDAS DE SEGURIDAD ADICIONALES.
DESDE EL PASADO SÁBADO, LA SUCURSAL HA AUTORIZADO LA PREDICACIÓN CON CARRITOS Y MASCARAS, ADEMAS DE MEDIDAS DE SEGURIDAD ADICIONALES.
Miércoles 1 de julio
Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová (Efes. 5:17).
Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová (Efes. 5:17).
Vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”, y la vida se irá poniendo cada vez más difícil antes de que amanezca un nuevo día y vuelva a haber verdadera paz en la Tierra (2 Tim. 3:1). Por eso, hacemos bien en preguntarnos: “¿Hacia dónde dirigimos los ojos?”, es decir, ¿a quién acudimos en busca de ayuda y guía? Hace siglos, el escritor de un salmo dijo cuánto necesitamos dirigir la vista a Jehová para buscar ayuda en tiempos de dificultad (Sal. 123:1-4). Comparó esto con lo que hace un siervo. Al decir que los ojos de un siervo están pendientes de la mano de su amo, no solo quiso decir que confía en que este le dará alimento y protección. También quiso decir que debe observar en todo momento a su amo para darse cuenta de lo que desea y complacerlo. De modo parecido, es necesario que estudiemos a diario la Palabra de Dios para percibir o comprender cuál es la voluntad de Jehová y seguir su dirección. Solo entonces él nos dará su ayuda. w18.07 12 párrs. 1, 2
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Los fiscales en Rusia se oponen a la libertad condicional por el testimonio de Jehová
Dennis Christensen espera en prisión; Muchos otros fieles esperan ser procesados
Todo parecía estar en su lugar para que Dennis Christensen saliera de una prisión rusa a principios de julio. El 23 de junio, un juez lo puso en libertad condicional, luego de que cumplió la mitad de una condena de 6 años, y también le ordenó pagar una multa de 400,00 rublos (US $ 5,714). El Sr. Christensen fue procesado indefensamente por cargos de "extremismo" debido a la forma en que practica la religión como testigo de Jehová.
Hoy, el abogado de Christensen, Anton Bogdanov, confirmó a Human Rights Watch que la oficina del fiscal apeló la concesión de la libertad condicional, argumentando que Christensen presuntamente violó las reglas de la prisión. Permanecerá bajo custodia hasta una audiencia en la corte sobre la apelación, que podría llegar hasta agosto.
Mientras tanto, tres días después de recibir la libertad condicional, los funcionarios de la prisión habían enviado a Christensen a una celda de castigo mal ventilada. Según Bogdnaov, los funcionarios de la prisión afirmaron que Christensen se había quitado la chaqueta de la prisión en el dormitorio, que hacía mucho calor, y comió cuando no debía, ambas violaciones de las reglas de la prisión.
Esto es, por supuesto, completamente indignante. Pero no menos escandaloso que los cargos originales contra Christensen.
Para poner en contexto su acusación y su condena escandalosa, en Rusia, el daño corporal grave conlleva una pena máxima de 8 años; secuestro, 5 años; y violación, de 3 a 6.
Los supuestos "crímenes" del Sr. Christensen estaban participando en discusiones sobre una publicación religiosa, ayudando a organizar a los fieles para mantener el mantenimiento de su lugar de culto y persuadiendo a las personas para que adoren con él.
En 2017, la Corte Suprema de Rusia prohibió todas las organizaciones de testigos de Jehová . El fallo declaró al Centro Administrativo de los Testigos de Jehová una organización extremista, lo cerró y prohibió las actividades del grupo. El fallo fue una grave violación de la libertad religiosa.
El Sr. Christensen fue la primera persona en recibir una sentencia de prisión activa luego de este fallo. Al menos otros nueve están cumpliendo penas de prisión por "delitos" similares. Más de 350 personas en Rusia están bajo investigación criminal por su participación en las actividades de los testigos de Jehová , 24 de las cuales están en prisión preventiva. Docenas de ensayos están en curso .
En junio, un tribunal condenó a Gennady Shpakovsky a 6 años y medio de prisión, la sentencia más larga dictada hasta ahora a un testigo de Jehová.
Rusia no tiene absolutamente nada que ganar con la inútil, cruel y abusiva persecución de los testigos de Jehová. Las autoridades deberían liberar inmediatamente a Christensen y dejar de perder tiempo y recursos en estos procesamientos.
Jueves 2 de julio
Si el Hijo los liberta, serán realmente libres (Juan 8:36).
Si el Hijo los liberta, serán realmente libres (Juan 8:36).
Jesús se refería a la liberación de la mayor tiranía que sufre la humanidad: la esclavitud al pecado (Juan 8:34). El pecado no solo nos lleva a hacer lo malo, sino que nos impide hacer lo que sabemos que está bien o hacer todo lo que podríamos. En este sentido somos esclavos del pecado. Esto nos provoca frustraciones, sufrimientos y, por último, la muerte (Rom. 6:23). Solo cuando nos libremos de las cadenas del pecado, disfrutaremos de la verdadera libertad que perdieron Adán y Eva. Cuando Jesús dijo que debemos permanecer en su palabra, se refería a que debemos cumplir determinados requisitos para que nos libere (Juan 8:31). Los cristianos dedicados nos repudiamos a nosotros mismos y decidimos aceptar los límites que Jesús les pone a sus discípulos (Mat. 16:24). Tal como prometió, seremos libres de verdad cuando aplique por completo sobre nosotros los beneficios del rescate. w18.04 7 párrs. 14-16
La ayuda llega hasta el Amazonas
Programa de la asamblea de circuito 2020-2021 (con representante de la sucursal)
Programa de la asamblea de circuito 2020-2021 (con el superintendente de circuito)
Guía de videos para los cursos bíblicos
Viernes 3 de julio
Solo tú mismo conoces bien el corazón de los hijos de la humanidad (2 Crón. 6:30).
Solo tú mismo conoces bien el corazón de los hijos de la humanidad (2 Crón. 6:30).
Jehová tiene en cuenta los sentimientos de sus siervos incluso cuando están equivocados. Veamos lo que le ocurrió al profeta Jonás. Dios lo envió a Nínive para proclamar un mensaje de condenación contra sus habitantes. Pero, como se arrepintieron, los perdonó. Esto molestó a Jonás, que “llegó a estar enardecido de cólera” porque su profecía no se había hecho realidad. Sin embargo, Jehová fue paciente con su profeta y lo ayudó a cambiar su modo de pensar (Jon. 3:10-4:11). Con el tiempo, Jonás entendió lo que había ocurrido, y Dios incluso hizo que pusiera por escrito su historia para nuestro provecho (Rom. 15:4). Lo que Jehová hizo en este y otros casos nos da la seguridad de que siente empatía por sus siervos. Está al tanto del dolor y los sufrimientos de cada uno de nosotros. Comprende nuestros pensamientos y emociones más profundos, así como nuestras limitaciones. Y nos promete que no dejará que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar (1 Cor. 10:13). ¿No es verdad que nos consuela saber esto? w19.03 16 párrs. 6, 7
EL SALVADOR, TERRITORIO POCO TRABAJADO.
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MEDITANDO ESTUDIO LIBRO
JUAN 16: 1-33
VERSÍCULOS 1-4
Algunas de las peores persecuciones han sido hechas en el nombre de Dios. Aun cuando Dios es desconocido por los perseguidores. Jesús hizo bien en advertir, ya que es impactante que un evangelio tan glorioso sea odiado con tanta pasión.
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VERSÍCULOS 5-7
notemos lo que Jesús dice aquí – no es para Su beneficio, sino que dice a los discípulos, "ES POR SU BIEN QUE ME VOY".
Pero les digo la verdad: Pero significa “a pesar de todo esto,” sí, Jesús sabía que ellos estaban llenos de tristeza por lo que les había dicho. Pero “a pesar de todo eso,” Él quería que ellos confiaran que todo eso les convenía.
Ellos no podían entender Su plan. Claro, es fácil para nosotros con 2000 años en retrospectiva decir, “Bueno, que no entienden? Cuando Jesús se fue, envió al Espíritu Santo que logra un ministerio más amplio y efectivo en todo el mundo. Vamos! No puedes verlo?” Ellos no podían verlo. Ellos no tenían idea de lo que Jesús estaba diciendo.
Miremos a los discípulos antes que Jesús partiera. Confundidos. Asustados. Egoístas y centrados en sí mismos. Mirémoslos después que Jesús se había ido y que había llegado el Ayudante. Ellos eran sabios, valientes, generosos y estaban entregados. Entonces, realmente fue que nos convenía que Jesús se fuera
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VERSÍCULOS 8-11
El hombre no puede llegar a entender el pecado, justicia y juicio sin la ayuda del Espíritu Santo. En su locura, el mundo catalogó a Jesús como un pecador, a sí mismo como justicia y terminó dictando falso juicio a Jesús.
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VERSÍCULOS 12-15
Jesús francamente admitió que su enseñanza estaba incompleta y anticipó la futura enseñanza a la congregación por el Espíritu Santo. Esta declaración de Jesús nos lleva a anticipar la creación de las Escrituras Griegas.
Pablo y los otros escritores nos enseñaron las muchas cosas que Jesús no habló.
Hoy en día el Espíritu Santo continua guiándonos personalmente a toda la verdad, pero nunca en oposición a las Escrituras.
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VERSÍCULOS 16-18
Cuando, para nosotros, todo está claro, para ellos todo era un misterio. Si Jesús quiere fundar un reino Mesiánico, ¿Por qué irse? Y si no lo quiere, ¿Para qué regresar?
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VERSÍCULOS 19-22
Nadie podría refutar el testimonio lleno de gozo de la resurrección, ellos pudieron sobrellevar la muerte en base a ese gozo.
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VERSÍCULOS 23-27
Por la obra maravillosa de Jesús tenemos un inagotable e innegable acceso a Dios EN SU NOMBRE. Jesús deja muy claro que el Hijo no está persuadiendo a un Padre enojado para que sea clemente
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VERSÍCULOS 28-32
Los discípulos no dicen entender completamente, pero sí que tienen una completa confianza en Jesús. Jesús previene a Sus discípulos que su fe será resquebrajada antes de ser bien cimentada.
Jesús amaba a estos hombres por lo que eran, tenía total conocimiento de sus defectos, sin embargo anticipaba grandes obras y valor de ellos
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VERSÍCULO 33
Jesús sabía que sería arrestado, abandonado, rechazado, mofado, humillado, torturado y ejecutado antes de que terminara el día siguiente. Pensaríamos que los discípulos deberían haberlo confortado ,sin embargo Jesús tiene paz, y suficiente para dar a otros.
Judas, las autoridades religiosas, Pilato, las multitudes, los soldados, ni siquiera la muerte ni la tumba pueden vencerlo. En lugar de eso, Jesús verdaderamente puede decir, “Yo he vencido al mundo.”
Vemos que Jesús está al control; vemos que aunque se va, no nos abandona.
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JW.org: Cómo funciona el sistema de menús
Nota previa: Esta explicación se refiere al uso de JW.org en un ordenador. Cuando hablamos de un teléfono móvil o algunas tablets, la ubicación varía debido a que la web se adapta al tamaño de la pantalla. Por eso es conveniente, en primer lugar aprender el funcionamiento del menú en un ordenador. Así luego será más fácil usarlo en el teléfono.
Todos sabemos qué es un menú. Cuando vamos a comer a un restaurante, lo consultamos para hacer una elección. Está ordenado por categorías: entrantes, bebidas, ensaladas, platos principales, postres, etc. JW.org es un restaurante espiritual, y también tiene un menú. Vamos a aprender cómo se usa.
Cuando hablamos de informática, hay varios tipos de menú: de barra, desplegables, de selección, de árbol con submenús, etc. Cuando se diseña una página web se elige qué tipo de menú se va a usar en cada caso, pero todos tienen un mismo propósito: facilitar al usuario la labor de llegar a donde realmente quiere ir. La Biblia tiene un menú: el índice de libros, que contiene 66 entradas. El sistema de (1) libro (2) capítulo y (3) versículo en realidad es un menú en cascada y nos permite localizar con facilidad la información que buscamos. Lo mismo sucede cuando buscamos una dirección postal. Buscamos la (1) calle, el (2) número de la calle y (3) el piso.
Cuando abrimos la página JW.org observamos que tiene un menú de barra en la parte superior. Este menú siempre está presente, a menos que salgamos a otros apartados especiales, como puede ser BIBLIOTECA EN LINEA o JW BROADCASTING, que tienen sus propios menús. Las cinco opciones de la izquierda son el menú propiamente dicho. Estas son:
INICIO
ENSEÑANZAS BÍBLICAS
PUBLICACIONES
PRENSA
SOBRE NOSOTROS
Las dos opciones de la derecha (INICIAR SESIÓN y BUSCAR CONTENIDO) son en realidad accesos directos (por eso se destacan con otro color diferente). Son para otros usos que explicaremos en otro momento.
De las cinco frases del menú, hay cuatro que conducen a otros menús o submenús. La primera (INICIO) sólo sirve para regresar a la página inicial en cualquier momento, lo mismo que el icono «JW.org» que aparece a su izquierda. En cambio, las otras cuatro palabras, conducen cada una de ellas a sendos submenús que aparecen a la izquierda en la pantalla del ordenador.
MI RESUMEN SENCILLO ESTUDIO ATALAYA ESTA SEMANA
Corramos la carrera hasta terminarla
Muchos siervos de Jehová padecen los efectos de la edad avanzada o tienen una enfermedad que los debilita. Y todos a veces nos sentimos cansados. Así que la idea de participar en una carrera tal vez nos asuste. En este artículo, veremos cómo podemos correr con aguante y ganar la carrera por la vida de la que habló el apóstol Pablo.
1 ... Pablo dijo que todos los cristianos verdaderos estamos corriendo en una carrera. debemos aguantar hasta el fin si queremos recibir el premio.
2 ... Pablo había terminado la carrera.
¿DE QUÉ CARRERA SE TRATA?
3 ... empieza esta carrera cuando se dedica a Jehová y se bautiza; cruza la meta cuando Jehová le da el premio de la vida eterna.
4 ... debemos ir por el camino correcto, concentrarnos en la meta, y superar los obstáculos
SIGAMOS EL CAMINO CORRECTO
5 ... seguir el recorrido fijado por los organizadores, el camino, o estilo de vida, fijado para los cristianos . Satanás quiere que los siervos de Dios nos desviemos
6 ... decidió seguir el estilo de vida de quienes hacen lo que Satanás quiere, Fue cayendo en el consumo de drogas, el abuso del alcohol y la conducta inmoral. decidió respetar las normas de Jehová. Cambió su estilo de vida y se bautizó en el 2001.
7 ... el camino estrecho que “lleva a la vida”, camino espacioso por donde va la mayoría “lleva a la destrucción”.
NO PERDAMOS LA CONCENTRACIÓN Y EVITEMOS LOS TROPIEZOS
8 ... Si caen, se levantan y siguen corriendo. No se concentran en lo que los hizo tropezar, sino en la meta.
9 ... no nos concentremos en lo que nos hizo tropezar, sino en el premio que nos espera. Si caemos, levantémonos y sigamos corriendo
10 ... Si no queremos ser un estorbo para nuestros compañeros de la carrera, también debemos ceder cuando sea posible y no insistir en nuestros derechos. nosotros no competimos contra nuestros hermanos
11 ... los corredores se concentran en la meta.Esto los mantiene motivados.
12 ... Jehová nos garantiza que todos los que terminen la carrera ganarán el premio de la vida eterna
SIGAMOS CORRIENDO PESE A LAS DIFICULTADES
13 ... contamos con una ventaja: nuestra fuente de energía es ilimitada, pues viene de Jehová.
14 ... en vez de ver esas dificultades como un motivo para rendirse, las vio como una oportunidad de mostrar confianza en Jehová
15 ... cada problema puede convertirse en una oportunidad de sentir el amor y el apoyo de Jehová.
16 ... hermanos mayores y otros con salud delicada participan en la carrera por la vida, pero no lo hacen con sus propias fuerzas, sino con las que les da Jehová.
17 ... Jehová nos ama porque tenemos fe en él y por nuestro historial de fiel servicio, estará más cerca de nosotros.
18 ... problemas personales que otros no pueden ver y quizás no entiendan, como la depresión o una ansiedad abrumadora. tienen un trastorno emocional o mental no se ve a simple vista
19 ... Además de sufrir una incapacidad física grave, tuvo que aguantar que el rey David lo juzgara mal y lo tratara injustamente. valoraba lo bueno que tenía. Agradecía la bondad que David le había mostrado en el pasado. Se centró en apoyar al rey que Dios había nombrado
20 ... la ansiedad grave, algunos hermanos se sienten muy nerviosos e incómodos cuando tienen que tratar con otros en el día a día. El hecho de que no nos hayamos rendido demuestra que él nos bendice y nos da las fuerzas necesarias
21 ... Con la ayuda de Jehová, todos correremos la carrera hasta terminarla.
RUSIA
Esta publicación pronto se agregará al libro electrónico gratuito: Estimado Sr. Putin: los testigos de Jehová escriben a Rusia. El libro está en versión ' segura ' e ' insegura ', la única diferencia es que en la versión 'segura', todas las citas de las publicaciones de la Watchtower están redactadas SIN CITAR LA FUENTE. Incluso si la Traducción del Nuevo Mundo cita a Jesús sobre cómo debemos amar a nuestros enemigos. "Redactado para la seguridad del lector", dirá.
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https://www.elpais.com.co/colombia/testigos-de-jehova-continuaran-con-su-asamblea-a-traves-de-medios-audiovisuales-participe.html
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Domingo 5 de julio
Él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca (Is. 53:7).
Él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca (Is. 53:7).
No es fácil ser mansos cuando estamos bajo tensión. Puede que les digamos cosas desconsideradas a los demás o los tratemos mal. Si alguna vez nos hemos sentido estresados, pensemos en el caso de Jesús. Durante sus últimos meses de vida en la Tierra, tuvo que soportar mucha presión. Sabía que lo iban a matar y que iba a sufrir una horrible tortura (Juan 3:14, 15; Gál. 3:13). Unos meses antes de morir, dijo que se sentía muy angustiado (Luc. 12:50). Y pocos días antes de su muerte reconoció: “Mi alma está perturbada”. Podemos ver su humildad y su obediencia a Dios por la forma en que le abrió el corazón cuando le oró (Juan 12:27, 28). Cuando llegó el momento, fue valiente y se entregó a los enemigos de Dios, quienes lo asesinaron de la manera más humillante y cruel imaginable. Pese a tanto estrés y sufrimiento, Jesús fue manso e hizo la voluntad de Dios. Sin duda, él es el mejor ejemplo de lo que significa ser manso a pesar de estar bajo estrés (Is. 53:10). w19.02 11 párrs. 14, 15